El nuevo problema de Trump es la leche

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SCOTT OLSON | AFP

La deriva proteccionista del presidente de EE. UU. abre una guerra comercial con Canadá, al conceder Ottawa incentivos a las industrias que usen producto nacional

07 may 2017 . Actualizado a las 09:18 h.

La leche se ha convertido en un asunto de Estado para Donald Trump. Dentro de la deriva proteccionista que está caracterizando sus primeros cuatro meses en el cargo, el presidente estadounidense no ha dudado en abrir una nueva guerra comercial, en esta ocasión con Canadá, por lo que entiende un trato discriminatorio hacia los productores de leche de su país.

«Canadá ha hecho que los negocios de nuestros ganaderos lácteos en Wisconsin y otros estados fronterizos sean muy difíciles. No vamos a tolerar eso. Observen», se despachaba el mandatario norteamericano en su cuenta de Twitter, su medio preferido para hacer partícipe al mundo de todo lo que se le viene a la cabeza.

Un día antes ya había ordenado imponer aranceles comerciales de hasta el 24 % para la madera procedente de Canadá. El motivo, la desconfianza de que el país vecino estuviera haciendo dumpin en EE. UU. con esta materia, es decir, vendiendo por debajo de los costes de producción. Inmediatamente, las amenazas se extendieron también al sector lácteo.

Al parecer, el desencuentro entre ambos países por la cuestión ganadera viene motivado, precisamente, por una medida proteccionista canadiense que ha optado por conceder incentivos a aquellas industrias que prioricen la utilización de materia prima nacional, principalmente en algunos derivados empleados en la fabricación de queso. Una iniciativa que los estadounidense entienden que perjudica notablemente al centenar de ganaderos americanos que comercializan su producción en Canadá.

De hecho, según informan medios locales estadounidenses, muchos de ellos se han visto obligados a tener que buscar un nuevo comprador para su leche en el mercado interior, habida cuenta del bloqueo de las importaciones que, por lo visto, llevó a cabo alguna industria lechera canadiense. 

Sistema de cuotas

Desde Ottawa niegan los hechos que les imputa Donald Trump, al tiempo que señalan su intención de seguir manteniendo su sistema de cuotas para los productos lácteos, a pesar de mantener un déficit comercial en este sector con Estados Unidos de más de 400 millones de dólares mensuales. De hecho, las importaciones de productos lácteos de ese país -el segundo mayor productor mundial, tras la India- realizadas por Canadá durante el mes de febrero ascendieron a más de 25.000 millones de euros, cantidad que refleja la magnitud del problema.

Sea como sea, son muchos los analistas que apuntan a que esta nueva salida de tono del presidente estadounidense solamente busca mejorar la posición de su país en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), del que también forma parte México y que fue firmado en 1994.