La aeronáutica gallega consolida el primer panel de proveedores de drones de España

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El sector suma 140 operadores acreditados

03 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Explicado de un modo sencillo, los drones son vehículos aéreos no tripulados, equipados con cámaras y sensores de alta precisión. La competición por desarrollar la tecnología más eficaz y certera se libra a nivel mundial, y Galicia corre en puestos cabeza, con los proyectos de los dos constructores instalados en el aeródromo de Rozas (Lugo), Indra y Babcock (antes, Inaer).

Formaba parte del contrato (como ganadores de la licitación del Civil UAVs Initiative), que ambos grupos integraran en sus respectivos programas industriales a suministradores gallegos, y lo que está ocurriendo es que ya hay una decena de empresas incorporadas, lo que conforma el primer panel de proveedores de componentes de drones de España.

Entre las veteranas, liderando la cartera de subcontratas de Indra se encuentran Delta Vigo, auxiliar de segundo nivel de los grandes constructores aeronáuticos (Airbus, Boeing y Embraer) y el proveedor de automoción Cablerías Auto.

Junto a estas dos firmas, se ha incorporado Seadrone, compañía creada para diseñar, desarrollar y construir barcos no tripulados, que lanzará al mar su primer prototipo, para misiones de análisis y control, el mes que viene en la ría de Vigo.

Fuentes de la Xunta citan a otras dos empresas, Soarnor y Gaerum Ingeniería, como auxiliares de Indra, ambas creadas para el proyecto de avión opcionalmente tripulado Targus. No constan, de momento, la actividad ni los paquetes de trabajo asignados a ambas.

La otra gran adjudicataria de Rozas es Babcock, compañía que está trabajando en estos momentos en dos prototipos de helicópteros no tripulados. Una vez que ambos aparatos obtengan las correspondientes certificaciones, Babcock comenzará la producción en serie, un proceso que se hará íntegramente en Rozas, con la participación de una veintena de proveedores de la comunidad.

42 millones en contratos

De momento, ya hay 5 subcontratadas. R-Cinfo es una filial del grupo R especializada en vídeo inteligente y descubrimiento de contenidos, y Softewcare, una empresa de ingeniería y consultoría desarrolladora de software. También figuran Coremain, especializada en tecnología sanitaria; Soldatec, dedicada al campo de la soldadura técnica aplicada a todos los sectores de la industria; y Pildogalaica, una empresa creada por Babcock para dedicarse a la gestión del tráfico aéreo a baja cota.

El compromiso, tanto de Indra como de Babcock, es elevar el número de proveedores de componentes a medida que avancen las homologaciones que permitan el desarrollo industrial y la producción en serie de las aeronaves, en función de su acogida en el mercado; aunque, en todo caso, siempre contarán con la Xunta de Galicia como su principal cliente.

Según consta en la memoria de la Civil UAVs Initiative de Rozas (dotada de un presupuesto de 115 millones de euros, 40 millones públicos y 75 del sector privado hasta el 2026), la actividad generada en este centro repartirá 42 millones en contratos, de los que se beneficiarán una veintena de empresas, diez centros tecnológicos y las tres universidades gallegas. Toda una garantía para tejer una red de investigadores y emprendedores en torno al sector drones.

No faltan pues argumentos para explicar el bum de nuevas empresas vinculadas el negocio que se están dando de alta en Galicia.

En junio del 2015, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) tenía registrados y homologados 14 operadores de drones de menos de 25 kilos (peso estándar de los aparatos para uso civil) en la comunidad gallega. El informe actualizado a 2 de mayo de este 2017 eleva a 136 el número de compañías acreditadas en Galicia.

A Coruña es la provincia que tiene más autorizaciones (68), seguida de Pontevedra (42), Lugo (16) y Ourense (10). En el conjunto de España, el número de empresas operadoras de drones también se ha multiplicado y se eleva ya a 2.140.