Luiz de Mello: «Hay muchos empleos que en apenas cinco años ya no existirán»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi A TOXA / LA VOZ

ECONOMÍA

El director adjunto de Gobernanza Pública de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo fue el ponente invitado en la clausura de la convención anual del Foro Económico de Galicia

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No ha cumplido 50 años y es ya el director adjunto de Gobernanza Pública de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo. Nacido cerca de Oporto, doctor por la Universidad de Kent, Luiz de Mello fue ayer el ponente invitado en la clausura de la convención anual del Foro Económico de Galicia, celebrada en A Toxa.

-Usted ha hablado de desarrollo regional. ¿Cuál es la foto de Galicia?

-Es un territorio que ha crecido mucho, sobre todo si comparamos todo lo ocurrido mucho antes de la crisis económica: antes del 2008, lo hizo más rápido que el resto de España y convergió en términos de nivel de vida, de renta per cápita, de ingresos, productividad... Y después de la crisis acompañó la trayectoria del resto de España. Otra cuestión determinante es el cambio demográfico.

-Tal vez sea su principal desafío...

-Sí. Es una región que tiene una de las tasa de crecimiento de población más bajas de España y también de las más bajas de Europa.

-¿Y no ha acelerado eso su convergencia?

-En términos de ingresos, de PIB per cápita, sí, pero no en términos de productividad. Son dos cosas que hay que distinguir. El caso gallego es interesante de cómo una región históricamente periférica ha ido creciendo hasta acercarse a España y al nivel medio europeo en poco tiempo.

-¿Cuál cree que son las amenazas para Galicia?

-Más que amenazas yo hablaría de desafíos para el futuro. Uno es la cuestión demográfica, pero otro asunto determinante es la capacidad de internacionalización de la economía, que es el verdadero motor de crecimiento para una economía regional.

-¿No le preocupa el auge de la desigualdad en la salida de la crisis económica?

-Este es un tema interesante que estamos hablando mucho en la OCDE. Es importante ver cuál es la distribución del ingreso. Hace 30 años, en los setenta, la diferencia de ingresos entre el 10 % de la población más pobre y el 10 % más rico era de siete veces. Ahora es de entre diez y trece.

-¿Eso ocurre por la devaluación salarial?

-Habría que hablar sobre todo del cambio tecnológico. La demanda está cambiando.

-Pero ustedes han advertido sobre la necesidad de subir los salarios...

-Sí, pero el asunto es cómo se hace eso. No podemos ver la tecnología como algo malo, sino como algo que crea valor y oportunidades, no como algo que destruye empleo. El desafío que tenemos en las políticas públicas es ver cómo la tecnología afecta a los distintos grupos sociales. Poner en marcha políticas que puedan compensar. Por tanto, tratar de cambiar el modelo, generar valor y aumentar salarios. La clave es la formación del capital humano, en las empresas, en las universidades.

-De eso se viene hablando desde hace ya mucho tiempo...

-Sí, pero hay estudios que dicen que muchos empleos que conocemos hoy ya no existirán en cinco años. Por tanto, estamos ante un cambio vertiginoso. Todo va muy rápido. Haces una carrera durante cuatro años y al terminarla, ya estás desactualizado. Es necesaria una estrategia que nos permita atender la demanda en el futuro. Y el futuro es ya.