Pleno de contratos en el naval gallego por primera vez desde el «tax lease»

m. sío dopeso / B. Couce VIGO, FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

Cartera de pedidos del naval gallego
La Voz

Barreras completa la remontada, tras lograr financiación para un crucero

08 abr 2017 . Actualizado a las 15:41 h.

Los astilleros y la industria auxiliar del naval llevan décadas viviendo en una continua montaña rusa, con momentos álgidos y de gran esplendor, intercalados con profundas crisis. La última, la del tax lease (el veto europeo a un sistema de financiación concreto) a punto ha estado de hacer desaparecer a un sector que empieza a redimirse de sus males y que, por primera vez desde el fatídico 2011, consigue un pleno de carga de trabajo en todos los astilleros.

El 2016 ya marcó el inicio de la recuperación, con contratos firmados en la mayor parte de los constructores. Faltaba el de mayores dimensiones, Hijos de J. Barreras, que desde que en noviembre del 2016 vio partir rumbo a México el flotel que construyó para Pemex, luchaba por amarrar algún pedido que garantizara la actividad al centenar de trabajadores y sus auxiliares.

El buque en cuestión llevaba tiempo de despacho en despacho en busca de apoyo económico. Fuentes financieras confirmaron que este jueves la operación se desbloqueó, y que los avales obtenidos a través del CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) a los bancos que financian la operación y que permitirán la entrada en vigor, a la vuelta de Semana Santa, del contrato de un crucero para la naviera Dolce Cruise, el primer buque de este tipo que se construirá en la ría de Vigo, y para el que el astillero ya ha comenzado a cortar chapa.

Es solo un pequeño respiro, pero suficiente para que esta filial de Pemex no tenga que recurrir a un ERE tras cuatro meses con las gradas vacías.

En públicos y privados

La situación de incertidumbre de otro de los mayores astilleros privados gallegos, Metalships & Docks, controlada por la asiática China Sonangol, también se ha apaciguado momentáneamente con el contrato de un pesquero para Groenlandia y una nueva unidad para Rusia, aunque esto no ha evitado la activación de un plan de bajas incentivadas.

Destaca el potente arranque de actividad de Nodosa desde que hace dos años la empresa adquirió las instalaciones de la extinguida Factoría Naval de Marín.

Especial relevancia tiene el crédito del ICO conseguido por Vulcano para sacar adelante la construcción de un ferri para Transmediterránea y disipar el fantasma del cierre del astillero.

Liderando la industria naval gallega de capital privado están los astilleros Armón Vigo, con cuatro buques contratados; seis en Cardama, y cuatro en Freire, respectivamente.

En la parte pública, las expectativas son mejores. Los astilleros de Navantia en la ría de Ferrol cuentan con contratos para la construcción de buques militares y componentes de eólica marina. Así, Navantia Fene está terminando las cinco superestructuras para el parque de eólica marina que pondrá en marcha en Escocia la noruega Statoil. En junio comenzará la construcción de cuatro jackets -estructuras para sujetar los aerogeneradores en alta mar- para un parque de Siemens en Dinamarca y también 42 jackets para Iberdrola. En Navantia Ferrol se está construyendo el Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada española y módulos para los petroleros para Suezmax que se montan en Puerto Real. En junio empezarán a construirse los dos buques logísticos encargados por la Armada de Australia.

El impacto laboral

Aclunaga, el clúster del sector naval de Galicia, destaca el repunte de la cartera de pedidos para el naval gallego, con casi una treintena de contratos de nueva construcción en vigor, que suponen más de 1.400 millones de euros de facturación y 8.000 empleos, aunque otras fuentes acreditadas del sector rebajan esa cifra a 4.000. Y pide que los astilleros gallegos tengan más peso en el lobby sectorial Pymar.