El reflote de la nueva Pescanova encalla en el descontento laboral

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

Después de dos días de huelga, el de ayer con un detenido, los trabajadores decidirán el sábado si el paro se vuelve indefinido

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajadores de Pescanova escenificaron este martes en Vigo una hecho inédito en los más de 50 años de historia del grupo pesquero: una marcha en manifestación por el centro de la ciudad, tras una pancarta en la que se podía leer «Non á precariedade».

Fue la forma con la que más de 200 personas (menos de un tercio de la plantilla afectada) quisieron llamar la atención públicamente sobre el bloqueo de la negociación colectiva. A gritos reclamaron un convenio laboral «justo», una petición que la dirección de Pescanova no acaba de comprender, convencida de que su propuesta mejora las condiciones vigentes en el sector y garantiza el empleo.

Pero el mensaje de la empresa no termina de calar en la plantilla, que se queja de la congelación salarial que viene sufriendo desde hace cuatro años (cuando entró en concurso de acreedores). Dicen los representantes sindicales de UGT, CIG, USO y CUT, que convocaron los dos días de huelga (el pasado 14 y ayer), que una subida de sueldo del 1 % anual hasta el 2020, que es lo que plantea la compañía, no es una compensación razonable ni suficiente tras cuatro años de compromiso de paz social. Su oferta se resume en «salarios más bajos a las nuevas contrataciones, flexibilización de jornadas y subidas irrisorias en las nóminas», recordaban ayer los convocantes.

Plantas paradas

La inactividad fue ayer total en las plantas de procesado y refrigerado del grupo pesquero, en una jornada de huelga que estuvo marcada por la detención de un empleado durante un piquete a las puertas de la sede de la compañía en Chapela. Fue puesto en libertad a las pocas horas, con cargos de lesiones y desobediencia.

Paralelamente, CC. OO., que mantiene una postura más moderada en el conflicto, logró parar durante una hora los servicios centrales de la empresas, como viene haciendo todos los martes y jueves desde hace dos semanas.

¿Y ahora qué? Pescanova se mantiene en su postura de no reanudar ninguna negociación mientras haya medidas de presión sobre la mesa. El problema es que las hay, y ayer las centrales que organizaron la manifestación se encargaron de recordarlas: «Después de casi 11 meses de negociación, la plantilla se mantendrá en su posición, pese a las amenazas de aplicar el convenio del sector de elaborados si no hay un acuerdo», avisaron.

«Si no se avanza estos días, habrá huelga indefinida a partir del 3 de abril. Este sábado tendremos una asamblea para decidir nuevas medidas de presión», anunciaron los convocantes.

La decisión será sometida a referendo en el auditorio multiusos de Redondela, el mismo escenario que esta mañana acoge la celebración de la junta general de accionistas de los viejos socios del grupo, aglutinados en la sociedad de cartera Pescanova S. A. y titulares del 20 % de la nueva compañía, que controlan los bancos.

De Sousa contraataca

Tras el orden del día se oculta un pulso del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y el fondo de inversión Broadbill (juntos representan alrededor del 20 % de los votos) para aceptar la invitación de la banca a participar en la ampliación de capital del grupo pesquero (450 millones de euros) y evitar así su dilución. ¿Con qué dinero? Esa es la gran incógnita que tal vez se desvele esta mañana, ya que Pescanova S. A. es una cotizada que está fuera del mercado de valores desde el año 2013 y esperando autorización del regulador para volver a cotizar y rearmarse. De momento eso no ha sucedido.

Otra gran parte de la vieja Pescanova convocada hoy en Redondela tratará de evitar su dilución por la vía judicial. Para ello, someterá a votación de los accionistas si van adelante o no con la impugnación de la ampliación de capital que la compañía que preside Jacobo González Robatto llevará a su próxima junta de accionistas.