La Xunta expedienta a empresas por falsear el origen de productos de huerta

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

La denominación Pemento de Herbón detecta sellos confusos, y también se han visto en patata

18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Medio Rural, en colaboración con el Instituto Galego de Consumo (dependiente de Economía e Industria), mantiene abiertos expedientes sancionadores contra empresas por falsear las etiquetas de productos de la huerta para venderlos como si fuesen de origen gallego cuando no lo son. Fuentes oficiales de Medio Rural evitaron dar detalles apelando a la ley de protección de datos, pero sí aclararon que los expedientes afectaban a compañías del sector de frutas y hortalizas. Entre ellas, añadieron, empresas comercializadoras de patatas.

La Consellería de Medio Rural aclaró que la apertura de varios de esos expedientes estuvo motivada por la utilización de etiquetas con referencias a Galicia para vender tubérculos que no estaban acogidos a la indicación xeográfica protexida (IXP) Pataca de Galicia.

En otros muchos casos, el consumidor debe leer muy atentamente la letra pequeña de las etiquetas para comprobar si el origen es o no gallego. Así, tal y como denunció hace unos días el sindicato Unións Agrarias, el rótulo de la patata francesa que en los últimos meses está invadiendo los supermercados gallegos, aprovechando la crisis del producto autóctono por la presencia de la plaga guatemalteca, es confuso. Y el producto galo está tomando ahora las mejores posiciones en los lineales de los supermercados.

Desde la denominación de origen Pemento de Herbón explicaron que en algunas ocasiones, sobre todo en verano, sí han detectado que se comercializa ese producto como si fuese de origen gallego cuando no lo es. Pero lo más frecuente es que sí incluya la procedencia de verdad, por ejemplo, de Marruecos, pero que antes se lee en la etiqueta que es variedad Padrón, lo que puede llevar a confusión a la hora de comprarlo.

El problema de la leche

A diferencia de la patata, que sí debe incorporar el origen del producto, para vender leche no es obligatorio que sea así. De hecho, es una de las grandes asignaturas pendientes, en opinión del sector. Fuentes de Unións Agrarias explicaron que el gran problema está en la leche, ya que por ley solo es obligatorio incluir dónde está envasada, pero no su origen. En este sentido, el sindicato exige la publicación del decreto que exigirá especificar la procedencia. En la organización recuerdan que en países como Portugal, Reino Unido, Francia e Italia ya es así.

Casi 3.000 productores se registran en el censo de las zonas con plaga de polilla

Los servicios de Medio Rural han registrado ya hasta la fecha casi 3.000 explotaciones agrarias en las zonas afectadas por la plaga de la polilla guatemalteca, después de que se abriera un procedimiento extraordinario a inicios de año tras constatar el avance de este insecto, que destruye plantaciones completas y de cuya presencia se tiene constancia en Galicia desde el 2015.

Según datos oficiales, hasta ayer estaban anotadas en las oficinas de extensión agraria o dependencias de la Xunta unas 2.600 plantaciones, a las que se suman otras 300 anotaciones de patatas de simiente en las zonas de Ferrolterra, Ortegal y A Mariña. En esas tres comarcas están los 31 concellos en los que se ha declarado la plaga. Hay además una zona de exclusión de cinco kilómetros en los concellos que rodean a los señalados, en los que también hay medidas exhaustivas de control.

¿Por qué hay que apuntarse a ese registro? Es necesario para que la Xunta tenga el detalle de fincas en las que se ha plantado patata, o hay simiente, con el objetivo de proceder a su destrucción en las próximas semanas. Para ello se habilitarán unos sacos especiales que repartirán desde Medio Rural y que luego se remitirán a la empresa Gesuga, que los destruirá en su planta de Cerceda. Los que entreguen el producto recibirán además indemnizaciones.

La destrucción y la prohibición de plantar durante dos años son las medidas más extremas que han adoptado las Administraciones para frenar esta plaga que se detectó hace más de 60 años en América, que llegó luego a Canarias y que entró precisamente a Galicia por transporte marítimo. Por ello es clave el control del movimiento del producto, porque la polilla se mueve dentro de la propia patata y se reproduce con facilidad.