Duelo en la gran lonja de pescado, referencia en Madrid

m. hevia REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Norberto García Azpíroz falleció en Madrid a los 44 años de edad como director general de Pescaderías Coruñesas. La empresa es heredera de la fundada por el gallego Luis Lamigueiro hace más de cien años

14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Heredero, junto a sus tres hermanos, del espíritu emprendedor de su padre, Evaristo, Norberto García Azpíroz falleció en Madrid a los 44 años de edad como director general de Pescaderías Coruñesas, una responsabilidad que asumió al jubilarse su progenitor, quien en la década de los 50 decidió arriesgarse con la compra de Pescaderías Coruñesas en la madrileña calle Recoletos, después de años de trabajo repartiendo mercancía entre los clientes de otro negocio de pescado ubicado en la capital.

La desaparición de Norberto García (llevaba varios años luchando contra un cáncer) causó pesar sobre todo entre los más de cien trabajadores que conforman la plantilla de una compañía especializada en la venta de pescados y mariscos, «una buena parte de los cuales proceden de Galicia», comentaba ayer un portavoz del grupo, que también incluye tres conocidos restaurantes de la capital (El Pescador, O Pazo y El Filandón), el cátering Albada y una participación del 6,1 % en la cotizada Biosearch.

Con una facturación de 25 millones de euros, Pescaderías Coruñesas está muy consolidada en Madrid desde los años sesenta bajo la gestión de la familia García, originaria de Astorga (León). Pero la actividad tiene especiales vínculos con Galicia, no solo por la procedencia de la materia prima que abastece los negocios del grupo, sino por el origen mismo de Pescaderías Coruñesas, que mantiene su nombre desde principios del siglo XX.

Fue Luis Lamigueiro, de Betanzos, corredor de comercio y armador de buques pesqueros, quien, con el apoyo del presidente del Gobierno de la época, el ferrolano José Canalejas, comienza a suministrar a la capital pescado a precios reducidos.

En 1911 llegan los primeros vagones de tren con mercancía de Galicia y cinco años mas tarde inaugura, con la presencia del rey Alfonso XIII, la sede central de Pescaderías Coruñesas. El negocio de Lamigueiro se desmorona décadas más tarde y es precisamente la familia de Evaristo García la que se hace cargo de la firma.

Desde entonces, el leonés, que conocía todos los entresijos del negocio en la capital como repartidor y empleado desde los 10 años de edad, compra la empresa, que no dejó de crecer y diversificarse.