Los proveedores de Opel se ofrecen a PSA y entran en rivalidad con Galicia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La furgoneta eléctrica Galicia, estrella en Ginebra. El Peugeot Partner 100 % eléctrico se fabrica en Vigo y luce en un lateral la enseña «Galicia», por patrocinio de la Xunta.
La furgoneta eléctrica Galicia, estrella en Ginebra. El Peugeot Partner 100 % eléctrico se fabrica en Vigo y luce en un lateral la enseña «Galicia», por patrocinio de la Xunta. CYRIL ZINGARO | EFE

El clúster de automoción aragonés se anticipa, y se pone al servicio del nuevo gigante

08 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El estilo Tavares se extiende por toda la cadena de valor del nuevo gigante europeo de la automóvil PSA Opel. La estrategia de competir con todo y contra todos, incluso entre plantas del mismo grupo, que tan buenos resultados ha dado al presidente del grupo francés, no ha tardado ni 24 horas en trasladarse a la red de proveedores de componentes, desde que este lunes se anunció la compra de la filial europea de General Motors.

PSA Opel tendrá en España el primer centro productor, ya que sus tres plantas fabricaron 860.000 vehículos en el 2016 (425.000 de ellos solo en Vigo) y tienen una capacidad instalada para montar 1,2 millones de unidades, por delante de la suma de las factorías que ambos grupos tienen en Francia y Alemania.

Pero sin conocer aún los planes industriales que el patrón francés tiene preparados para las tres plantas del nuevo grupo en España (Vigo y Madrid, de PSA; y Zaragoza, de Opel) a medio plazo, el Clúster de Automoción de Aragón, cuya actividad se centra ahora en la producción de piezas para los modelos fabricados por Opel, dio ayer un paso al frente para anunciar que se pone a disposición del constructor galo.

«Queremos seguir suministrando componentes, tecnología y experiencia a los modelos que se fabrican en la actualidad y a los que puedan desarrollarse en el futuro», afirmaron fuentes de esta agrupación empresarial, que, de este modo, venía a manifestar una preocupación lógica por acceder a futuros perdidos y, ya puestos, a abrir un nuevo frente competitivo para la automoción gallega, ya seriamente amenazada por la deslocalización de empresas al norte de Portugal.

Puestos en una balanza, el peso de Ceaga (Clúster de Empresas de Automoción de Galicia) es considerablemente superior al CAAR (el Clúster de Automoción de Aragón).

Multinacionales duplicadas

La agrupación gallega cuenta en estos momentos con 112 compañías asociadas, la mayoría de ellas multinacionales. Su último dato de facturación (año 2015) es de 8.200 millones de euros, una cifra de la que hay que extraer los cerca de 6.000 millones de ventas de PSA, que es miembro asociado de Ceaga, y su fuerza de mano de obra se aproxima a los 14.000 empleos. El CAAR agrupa 56 empresas del sector de la automoción y siete organismos autonómicos relacionados con el negocio, con una facturación agregada de más de 2.400 millones de euros y 9.000 empleados en total.

El problema es que multinacionales de las más potentes, como Faurecia o Gestamp, están asentadas en Galicia como proveedores de PSA y en Aragón, como fabricantes para Opel, lo cual puede generar las temidas duplicidades que conlleva la constitución del nuevo grupo. Otro dato reseñable es que el 10 % de los proveedores gallegos trabajan para Opel, entre ellos Borgwarner, Cie Galfor, Denso, Faurecia, MGI, Ryedel o Leddison, Dafer o Tecnicarton.

Tavares: «Podemos ayudar a Opel a dar la vuelta, nosotros estábamos igual hace cuatro años»

El presidente de PSA, Carlos Tavares, se presentó ayer en el Salón del Automóvil de Ginebra como salvador de la filial de General Motors recién adquirida por 2.200 millones de euros. «Estamos aquí para ayudar a Opel. Nosotros estábamos en la misma posición hace cuatro años. Nuestra situación financiera era difícil y pudimos darle la vuelta. Creemos, con humildad, pero con algo de confianza, que podemos ayudar a Opel a dar la vuelta», afirmó el patrón francés, que por primera vez se mostró crítico con la gestión de Opel.

«Es lógico que todo el mundo se pregunte qué va a pasar con su puesto de trabajo, pero ¿qué han hecho para mantener ese puesto en los últimos diez años?», inquirió Tavares.

FABRICE COFFRINI | AFP

A preguntas de medios presentes en el salón, reiteró que los empleados españoles deben estar tranquilos. Ahora bien, los planes del nuevo Corsa en exclusiva para Zaragoza y la llegada del nuevo Adam están en el aire. «Vamos a respetar el ciclo de producto actual de General Motors, pero en el siguiente ciclo ya se decidirá como grupo PSA Opel en conjunto, con lo que las decisiones se tomarán en términos de eficiencia», aclaró.

Mientras, los sindicatos CC. OO. y UGT comparecían ayer en Madrid para evaluar el impacto de la compra que ha dado lugar al nuevo grupo.

Sindicatos vigilantes

UGT ha exigido la participación de las secciones sindicales en las negociaciones de la compra de Opel, así como el mantenimiento del empleo y de las inversiones previstas en las plantas de ambos grupos.

Esta federación va a informar de esta postura en sendas cartas urgentes al ministro de Economía, Luis de Guindos, y Tavares, en las que pedirá una apuesta «clara y de estabilidad» para las plantas.

En la misma línea que UGT actuará CC. OO., que, además de con De Guindos y Tavares, quiere reunirse con carácter urgente con la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y con la Asociación Española de Fabricantes de Componentes de Automoción (Sernauto), así como con los sindicatos franceses y alemanes para coordinar actuaciones.

De Guindos dijo ayer que confía en que los puestos de trabajo de PSA y Opel en España estén garantizados.