El coste de heredar puede multiplicarse 1.500 veces en función de la comunidad

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

¿Cuánto se paga por el impuesto de sucesiones?
A. L. C.

La brecha fiscal se repite también en el IRPF, con diferencias de hasta un 12 %

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El lugar de residencia no es inocuo a efectos fiscales y les puede salir muy caro -literalmente más de mil veces- a los contribuyentes. Esta es la conclusión del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), que ayer presentó su informe Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2017, un exhaustivo documento en el que, además de las novedades tributarias de este ejercicio, se disecciona cuánto más, o menos, se paga de impuestos en función del territorio en el que se resida. Aquí va un resumen.

Sucesiones

¿Dónde es más caro heredar? El REAF ilustra lo que puede llegar a dispararse el coste de recibir una herencia con un ejemplo. Así, un soltero de 30 años que herede de su padre bienes por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda habitual del fallecido, pagaría hasta 164.000 euros en Andalucía y apenas 134 en Canarias, es decir, 1.200 veces más en el primer caso que en el segundo, debido a las reducciones y bonificaciones que se aplican, o no, en función de los territorios.

En el caso de Galicia, desde el 1 de enero del pasado año las herencias inferiores a 400.000 euros por heredero (excluyendo de esa cuantía la vivienda habitual) están exentas de tributar, lo que sitúa la comunidad entre las fiscalmente más favorables al contribuyente, ya que desde la Consellería de Facenda recuerdan que, en la práctica, el 99 % de las herencias de la comunidad no tributan con la última modificación. Ponen como ejemplo el caso de un soltero de 35 años que hereda de su progenitor por valor de 500.000 euros, valorando en 100.000 la vivienda habitual del fallecido. En Galicia tendría que pagar 50 euros, que hubieran sido 32.630 antes del 1 de enero del 2016, lo que convierte a la comunidad en la que tiene el impuesto de sucesiones menos gravoso, seguida de Canarias, con 75 euros, y 1.500 veces menos que en la vecina Asturias (77.600 euros). Una diferencia tremenda por apenas unos kilómetros.

Donaciones

Las diferencias abismales se repiten. La heterogeneidad tributaria en España se repite en el resto de los impuestos, ya que, como ayer recordó Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, «las comunidades en general han utilizado mucho su capacidad normativa en los tributos cedidos». Las más de 200 reducciones, bonificaciones o deducciones practicadas por las autonomías en los impuestos de sucesiones y donaciones dan como resultado «diferencias abismales» entre las comunidades, como subrayó Pich. De este modo, un hijo de 30 años que reciba de su progenitor una donación de 800.000 euros en metálico abonaría 208.000 en Andalucía (el tipo impositivo es del 36,50 %) y 200 en Canarias (34 %, pero bonificando casi 200.000 euros). Madrid, con 2.000 euros; Castilla-La Mancha, con poco más de 30.000; y Galicia, con 56.000, son los territorios con menor factura.

IRPF

Cataluña y Madrid, en los extremos del impuesto de la renta. El rey de los tributos, el IRPF, tampoco escapa de la brecha territorial. De hecho, según el REAF, actualmente no hay dos comunidades autónomas que tengan una misma estructura del IRPF, ya que todas han hecho uso de su capacidad normativa en el 50 % del tributo que tienen cedido. Han tocado tipos y escala, lo que se traduce en diferencias de entre el 6 y el 12 % para los contribuyentes. Cataluña es la comunidad en la que las rentas más bajas pagan más IRPF y Madrid, en la que menos. Un contribuyente que gane 16.000 euros abonará 1.611 euros en Cataluña, 177 más que en Madrid o Galicia.

Madrid, el territorio con los tributos más bajos que se afianza como un paraíso fiscal

Las cifras son elocuentes y Madrid tiene los impuestos más bajos de España, como confirma el estudio del REAF. Pero ¿es un paraíso fiscal o, según reiteradamente se la acusa desde otras comunidades, practica Madrid el dumpin con su política tributaria? «No nos corresponde a nosotros juzgar», respondió ayer el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, aunque lamentó que haya «comunidades que juegan a subir y a bajar impuestos en el uso de su capacidad normativa». Sin embargo, matizó que la incidencia real de dichas modificaciones fiscales era «más política que técnica», es decir, que el impacto recaudatorio es «mucho menor que el que puede tener de cara a los votantes».

Por ello, los especialistas consideran «un poco mentiroso» el discurso de «yo subo, yo bajo» impuestos, calificando de «teatralidad» dicho comportamiento autonómico. Recordaron que «hacer impuestos» propios -que solo representan, de media, el 2,2 % de la recaudación- cuesta dinero, por lo que es mejor «no hacer piruetas», ya que los que de verdad recaudan son los grandes impuestos, como apuntó el presidente del REAF, Jesús Sanmartín.

Tanto Pich como Sanmartín insistieron en que es preciso introducir cambios tributarios aprovechando la reforma del sistema de financiación autonómica. Aunque no se trata de que todas las comunidades tengan los mismos tipos impositivos, defendieron que sí habría que fijar unos mínimos -como, por ejemplo, en el caso de sucesiones- para que la competencia fiscal deje de ser «anárquica e indescifrable». «Y, a partir de ahí, que cada uno apechugue y se espabile», sentenció Pich.