La Xunta toma medidas más severas contra la plaga de la patata ante la inacción de Madrid

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

ECONOMÍA

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Decreta que todos los cultivos en los 31 concellos afectados deberán ser arrancados y destruidos

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ante la inacción del Ministerio de Agricultura, a la espera de que apruebe el real decreto con el programa nacional de control y erradicación de la plaga de la polilla guatemalteca (Tecia solanivora) que destruye los cultivos de patata y que se extiende ya por 31 concellos del norte de Lugo y A Coruña y por siete del Occidente asturiano, la Consellería de Medio Rural publicó ayer una resolución con medidas complementarias, más severas, para combatir la plaga. Su objetivo es controlar las plantaciones y el movimiento de patatas en estas zonas, donde se cultivan básicamente para autoconsumo, y evitar que se extienda a las principales áreas de producción para comercializar en Galicia. Estas medidas se suman a las que la Xunta publicó hace diez días, cuando decretó la cuarentena en los 31 concellos.

La clave

Arrancar y destruir los cultivos. La Xunta continúa sin prohibir expresamente cultivar patatas en los municipios afectados, pero sí anuncia que una vez se publique el decreto estatal se deberán arrancar y destruir todos los cultivos en las zonas donde se haya detectado la plaga. El texto de la resolución es ambiguo, pero desde la Consellería de Medio Rural manifestaron que esta norma se aplicará en todos los términos municipales en su integridad, no solo en las fincas donde se detecte la polilla. Así pues, quien esté plantando ahora patatas o lo haga en las próximas semanas en los 31 concellos deberá arrancarlas, previsiblemente, en un par de meses.

Las nuevas plantaciones

Obligación de declararlas. Quien en adelante se arriesgue a plantar patatas en los 31 concellos (tanto para autoconsumo como para comercialización) deberá cubrir un formulario y presentarlo en la jefatura provincial de Medio Rural, en las oficinas agrarias comarcales o en un servicio oficial, haciendo constar sus datos personales, la superficie plantada, su ubicación, la variedad de patata y el lugar previsto de almacenamiento. Los vendedores de simiente también están desde hoy obligados a recabar los datos de las personas que la adquieran, para facilitarlos a los servicios de sanidad vegetal.

El papel de los concellos

Vigilar los mercadillos. Es una de las normas que ha suscitado más controversia y críticas de alcaldes. La Xunta delega en los concellos el refuerzo de la vigilancia de la procedencia de los tubérculos que se venden en los mercados locales. Deberán constatar el origen de la patata comercializada y, llegado el caso, impedir su circulación.

La cuarentena

Prohibido sacar patata. Hasta ayer, las medidas que había tomado la Xunta en los 31 municipios declarados en cuarentena eran prohibir la salida de los tubérculos cosechados y una serie de normas que deben cumplir obligatoriamente los agricultores, como colocar trampas con feromonas sexuales para capturar polillas, utilizar semilla libre de plaga y certificada y retirar del terreno y destruir todos los tubérculos dañados por la polilla, así como los restos de la cosecha.

El futuro

Dudas en la aplicación. El borrador del decreto estatal contempla prohibir el cultivo de patatas en las zonas afectadas durante un mínimo de dos años. También prevé indemnizaciones y sanciones. Pero en las nuevas normas de la Xunta, muy escuetas, no se aclara quién controlará si se arrancan y destruyen las patatas o si habrá compensaciones. Muchos productores asumieron ayer con estupefacción la nueva normativa: «E quen as vai pagar? Van vir eles arrincalas?», se preguntaba un agricultor de Trabada, resumiendo un sentir que parece muy extendido.

«¿Como esperaron tanto? O 90 % ten a semente comprada»

Charla informativa sobre la plaga en Xove
Charla informativa sobre la plaga en Xove PEPA LOSADA

«Tarde, mal e a rastro». Lo aseguraba anoche uno de los muchos productores de patata, la mayoría para autoconsumo, que acudieron a la charla que los técnicos de la Consellería de Agricultura dieron en Xove sobre la plaga de la patata y sobre las directrices que están implantando para combatirla.

La mayor parte de la gente, el 90 %, precisaba un almacenista que también acudió a la charla, tienen comprada la simiente y otros ya han comenzado a plantar. No se comprende que se haya esperado hasta este momento para recomendar que no se siembre. ¿Quien abona esos gastos? Es una de las preguntas que se hace la gente. La otra es si habrá indemnizaciones por los perjuicios que ocasionaría el abstenerse de plantar. En un ambiente caldeado, otro de los presentes, escéptico con esas medidas indemnizatorias, reprochaba que en su caso ya entregó el año pasado las patatas infestadas, para que las destruyeran y no vio ninguna compensación, a pesar de que, según explicaron los técnicos, se estableció un precio de 30 céntimos de euro por kilo de tubérculo entregado.

«Non hai problema, a orde leva os seus prazos», mediaba uno de los técnicos. Por lo que adelantaron algunos de los presentes antes y durante la charla, lo que quieren saber en definitiva es si van a poder plantar o no. La contestación que reciben los deja aún más perplejos de lo que estaban: no prohíben, pero recomiendan que no planten, habida cuenta que el real decreto que prepara Madrid establecerá, casi con toda seguridad, que se levanten los cultivos que se hayan realizado para destruirlos.

Uno de los asistentes, escéptico con las soluciones que se plantean, señalaba otro problema, el de los camiones que están circulando con patatas. Estaba convencido, aunque los técnicos desecharon esta posibilidad, de que el camión que llega con tubérculo en condiciones, al regresar puede llevar la polilla a otra zona. Un vecino señalaba que en Rúa (Cervo) apareció hace seis o siete años y a su entender no es momento de prohibir, sino de enseñarle a la gente cómo controlarla. Contó su experiencia: «Eu plántoa fonda, aterro ancho, poño polilleiros e almaceno con folla verde de eucalipto debaixo. Deume resultado. O ano pasado non a tiven». ¿Qué ocurrirá? ¿Plantarán o no?