Gayoso, Pego y Estrada, tres internos más después de un mes en A Lama

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Fernando Villar | efe

Los testigos del penal relatan que los tres exdirectivos frecuentan la biblioteca y la enfermería. «Van a lo suyo, sin meterse en líos, porque interesa ganar puntos para posibles beneficios penitenciarios»

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 16 de febrero del 2017, la vida de Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego y Óscar Rodríguez Estrada transcurrirá entre los gruesos muros del centro penitenciario de A Lama (Pontevedra). Ese día, mañana, cumplirán el primero de los 24 meses de privación de libertad a los que fueron condenados por la Audiencia Nacional. Su delito fue premiarse con unas indemnizaciones millonarias que ahora están penando en el módulo 9, la estancia más amable de la prisión. «Frecuentan la biblioteca, la lectura es su principal actividad», cuentan quienes han estado cerca de ellos.

«Acuden bastante a la enfermería, se les ve mucho por la consulta», relatan estos testigos que interpretan esas visitas como un intento de acogerse a la petición del artículo 196 (excarcelación por motivos médicos). «No es fácil, pero dependiendo de las condiciones del interno, se puede contemplar», aseguran. Tal vez sea de eso de lo que los tres presos conversan «muy a menudo» con sus abogados. «Vienen dos o tres veces por semana. Son sus visitas más frecuentes, además de las de algunos familiares los fines de semana», relatan.

Cumple recordar que la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de súplica presentado por la defensa de Fernández Gayoso, que solicitaba la suspensión del cumplimiento de la pena por motivos de edad.

Los tres internos conviven integrados y parece que sus esfuerzos por pasar desapercibidos les están dando resultado. «Aquí nadie habla de por qué estás en la cárcel, no se hacen preguntas», cuenta alguien que ha estado en el módulo 9. «La información personal o el delito cometido por un recluso es información muy sensible. Es muy difícil que trascienda en prisión. Pero, claro, hay chivatazos interesados, rivalidad, venganza o rencillas. De eso nadie está libre», advierte.

«Ellos, como casi todos, van a lo suyo, sin meterse en líos, porque interesa ganar puntos para posibles beneficios penitenciarios. Peleas hay de vez en cuando, pero si vas a tus cosas, respetas y demás, no tienes por qué tener problemas», añade.

Este testigo asegura que la vida de los tres ex altos cargos de NCG es igual de espartana que la del resto. «Tienen una tarjeta que se recarga semanalmente con hasta 60 euros de tope. Ese dinero proviene de un banco interno en el que depositan efectivo a su nombre los familiares. Pueden comprar cosas: comida, objetos de higiene, refrescos, ciertos objetos personales, material de escritura en el economato del módulo», relata.