Draghi desoye las críticas alemanas y augura un largo período de estímulos

a. l. BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

Ralph Orlowski | Reuters

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo mantuvo ayer los tipos de interés en el histórico 0 %

20 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Respondió a las renovadas andanadas alemanas con la frialdad y la firmeza que lo caracterizan. Berlín ha recrudecido su asedio contra Mario Draghi, pero el presidente del BCE ni se inmutó. El consejo de gobierno de la entidad mantuvo ayer los tipos de interés en el histórico 0 %, la facilidad de depósito -lo que cobra a los bancos por dejar el dinero ocioso en la caja del BCE- en el -0,4 % y el programa de compras mensuales en 60.000 millones hasta finales de este año.

«No hemos discutido la reducción de los estímulos», zanjó. Larga vida a Supermario. Que si Alemania, que si Donald Trump, que si el renovado desafío del brexit... El mundo corre a velocidad de vértigo huyendo de esta terrible sensación de caos. Y el mundo volvió a pararse ayer para mirar a Fráncfort y escuchar a Draghi. «Las cosas mejoran, pero no podemos relajarnos por los riesgos globales», advirtió. «Paciencia, tengan paciencia», sugirió.

La primera reunión del 2017 del sanedrín del Eurobanco se produjo condicionada por varios y relevantes factores económicos y geopolíticos. Primero, por los datos de inflación del pasado diciembre, que escaló hasta el 1,1 % en la eurozona (su nivel más alto en tres años) y se disparó hasta el 1,7 % en Alemania, lo que ha provocado la enésima rebelión en contra de Draghi en un año electoral clave para los conservadores de Merkel. Segundo, porque Londres confirmó el martes que el brexit será feroz. Y tercero, porque hoy Trump será proclamado nuevo jefe del mundo y, con él, una política expansionista en lo fiscal y proteccionista en lo comercial que tendrá efectos impredecibles a nivel global, con una Reserva Federal estadounidense que vaticina continuas subidas de tipos hasta alcanzar el 3 % en el 2019.

Hechos, no declaraciones

Fue interpelado Draghi en varias ocasiones por ambos fenómenos y siempre rehuyó el tú a tú. «Prefiero valorar los hechos que las declaraciones», recalcó sugiriendo que quizá el Trump presidente nada tenga que ver con el Trump tuitero. Lo que sí recordó es que «tanto en el G-20 como en el G-7 hay un fuerte consenso para abstenerse de devaluaciones competitivas».