Al contrario que algunos de sus compañeros de banquillo, durante todo este tiempo Goyo no se ha escondido. Fácil era verlo en las terrazas de Montero Ríos disfrutando del buen tiempo. Ahora ya no.
Óscar Rodríguez Estrada, el veterano compañero de batallas de Gayoso
Fue el hombre de confianza de Julio Fernández Gayoso durante años en la antigua Caixanova. De la mano del entonces presidente de la entidad viguesa llegó a ser director de la oficina central, responsable de comunicación y protocolo y representante de la caja de ahorros en varios órganos y consejos de administración de firmas participadas. A sus 67 años, era el más veterano de la cúpula de Caixavigo, fusionada en 1999 con Caixapontevedra.
Y fue precisamente él el encargado de pilotar la integración de Caixanova y Caixa Galicia.
Corría el mes de octubre del 2011 cuando abandonó Novacaixagalicia. Era entonces el director de integración. Se fue porque le había llegado el momento de la jubilación. Y, como Gorriarán, y pese a la que estaba cayendo fuera durante todo este tiempo, apenas si ha cambiado su forma de vida. Tampoco es de los que se escondían.
Ricardo Pradas, el urdidor de los contratos millonarios
Experto en derecho laboral, Ricardo Pradas, abogado vinculado a Julio Fernández Gayoso desde los tiempos de Caixanova, fue quien urdió los contratos de las famosas indemnizaciones y quien se las ideó para saltarse las limitaciones que imponía la ley a las entidades rescatadas.
El tribunal que lo juzgó consideró probado que tanto él como Gayoso «aportaron su colaboración con hechos relevantes sin los cuales el delito no se hubiera cometido». Esto es, que el saqueo no habría sido posible sin su participación.
Durante su declaración ante el tribunal defendió que aquellas indemnizaciones de escándalo eran legales y que él siempre actuó con «pulcritud jurídica» para defender los intereses de la entidad a la que representaba. «Si esto me lleva a una condena, que baje Dios y lo vea», sentenció en algún momento de su intervención. Pues la condena llegó, y ahora duerme en Soto del Real.