Las provincias frontera con Galicia sirven ya el carburante 6 céntimos más barato

r. santamarta / f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Impuesto autonómico sobre hidrocarburos
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Navarra se convierte en la quinta comunidad que deja de cobrar el céntimo sanitario

07 ene 2017 . Actualizado a las 11:04 h.

Los transportistas gallegos llevan años avisando: llenarán sus depósitos allí donde sea más barato hacerlo. Y resulta que en Galicia no lo es. De hecho, la comunidad es la segunda de España que sirve el gasoil más caro, después de Baleares. Repostar allende Os Ancares y Padornelo, en León o en Zamora, es ahora hasta seis céntimos por litro más barato que hacerlo a este lado de la frontera, según datos extraídos del portal del Ministerio de Energía dedicado a los precios de los carburantes de automoción. Este fenómeno se acrecentó en el último año, desde que en enero del 2016, Castilla y León decidió dejar de cobrar el llamado céntimo sanitario, mientras que la Xunta mantiene el gravamen y, además, en su tipo máximo: 4,8 céntimos a mayores por cada litro de gasolina y gasoil que se sirve en las estaciones de servicio de la comunidad.

Incluso en Asturias es algo más barato repostar que en Galicia, hasta dos céntimos de euros por litro en el caso del gasoil, el combustible utilizado por el 80 % del parque móvil. En el Principado también se aplican los 4,8 céntimos adicionales para la gasolina, pero para el otro carburante se reduce levemente el gravamen hasta los 4 céntimos.

Las dos únicas del noroeste

Galicia y Asturias son las únicas comunidades del noroeste que mantienen el céntimo sanitario. Las dos forman parte de un grupo de once autonomías que siguen penalizando el consumo de carburantes. Ocho, entre ellas Galicia, imponen el tipo máximo que permite el Ministerio de Hacienda y tres aplican porcentajes inferiores. Como también hace la Xunta, la mayor parte de estos gobiernos autonómicos tratan de compensar a los conductores profesionales con la devolución del céntimo sanitario, aunque lo hacen meses después de cobrarlo en las estaciones de servicio. Sin embargo, quedan fuera de ese reintegro las furgonetas más pequeñas y los taxistas, entre otros.

Cinco no cobran nada

La otra cara de la moneda la representan otras cinco autonomías que no gravan los carburantes de automoción. La última en sumarse a esta aún corta lista es Navarra. La comunidad foral dejó de cobrar el impuesto el pasado día 1, después de reimplantarlo un año antes. Junta a ella están en esta relación Castilla y León, el País Vasco, La Rioja y Cantabria.

En el último informe mensual de precios de los carburantes elaborado por el Ministerio de Energía, correspondiente al pasado mes de noviembre, son justamente esas comunidades, más Navarra, las más baratas de España. La que más, en el caso del gasoil, La Rioja, seguida de Castilla y León, Navarra, Cantabria y el País Vasco. En gasolina, las más asequibles en noviembre fueron, por este orden, Castilla y León, La Rioja, Cantabria, Navarra y el País Vasco.

Además de notarse en los precios finales de venta al público, la presión fiscal adicional que supone el céntimo sanitario repercute también en el consumo de carburantes. Así, según datos oficiales de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), de enero a octubre del 2016, Galicia elevó ligeramente esa variable en el caso del gasoil en un 1,3 %, mientras que en gasolina se quedó casi plana con un leve descenso del 0,2 %. En cambio, durante sus primeros diez meses sin céntimo sanitario, la provincia de Zamora aumentó el consumo de gasoil un 14,6 % y el de gasolina, un 2,6. En la de León, los incrementos fueron, respectivamente, de un 5,8 % y 1,5. Asturias se mantuvo casi plana con un alza de un 0,2 % en el consumo de gasoil y un 0 % en el de gasolina.

Quince veces más que el IPC

Con céntimo sanitario o sin él, los precios de los carburantes de automoción están inmersos en una escalada alcista. En el último año, el gasoil se ha encarecido en Galicia un 23 %, lo que supone una subida quince veces mayor que la inflación, que cerró el 2016 en el 1,5 %. La gasolina es un 12 % más cara. Hay que remontarse al verano del 2015 para encontrar precios tan altos.

Estos incrementos se producen arrastrados por las cotizaciones internacionales del petróleo, que en un año ha escalado un 55 % por los acuerdos adoptados por los países productores de dejar de invadir el mercado con el producto. Además del alza del crudo, también ha influido en estos aumentos el fortalecimiento del dólar, divisa a la que cotiza el petróleo.