Galicia se consolida como la segunda comunidad más cara para repostar

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El precio del litro de los carburantes
La Voz

Llenar el depósito de gasoil es ahora un 23 % más prohibitivo que hace un año

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un billete de 50 euros era suficiente hace un año para llenar un depósito de gasoil de 50 litros en Galicia. Eran tiempos aquellos en los que el carburante más utilizado en España se servía en las estaciones de servicio a menos de 1 euro, exactamente a 0,96. Ese fue el precio medio mensual en enero del 2016 en la comunidad, según datos oficiales del Ministerio de Energía. Pero esa cifra ha pasado a la historia y, en la actualidad, es nada menos que un 23 % más alto: 1,18 euros por litro. De ese modo, si hace un año bastaba con gastar 48 euros para llenar el depósito, ahora son precisos 11 más para saciar el tanque del coche. O sea, que el gasoil se encareció en los últimos doce meses a un ritmo de casi 1 euro al mes.

La gasolina también está más prohibitiva que en enero del 2016, pero nada que ver con el gasoil. Llenar el depósito hace un año costaba 57 euros, pues el litro se vendía a 1,14. Ahora son necesarios 7 euros más, a razón de una media de 1,28 el litro, hasta los 64. El encarecimiento de este combustible alcanza el 12 % en Galicia.

Hay que remontarse al verano del 2015 para encontrar unos precios tan altos en los carburantes de automoción.

¿Qué ha ocurrido en el resto de España? Pues algo parecido. Según datos obtenidos a partir del boletín petrolero de la Comisión Europea, el precio medio del litro de gasoil la semana pasada en España era un 17 % más caro que un año antes, mientras que la gasolina, un 9 %. Como se ve, la tendencia al alza de los precios es común, pero de forma mucho más intensa en Galicia que en la media estatal. Y es que la comunidad fue cada uno de los meses del 2016 la segunda de España con el gasoil más caro, solo superada por las islas Baleares. Así se puede comprobar en los informes mensuales de precios que el Ministerio de Energía cuelga en su página web dedicada en exclusiva a los carburantes.

En el caso de la gasolina, Galicia también fue la segunda comunidad más prohibitiva para llenar el depósito, aunque solo entre enero y mayo. A partir de junio bajó a un también indigno tercer puesto empujada por Asturias. Este triste liderazgo se produce pese a que Galicia cuenta con una de las cinco refinerías de Repsol que hay en España, lo que, en teoría, debería abaratar bastante el transporte de los productos. Además, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), encargada de añadir los aditivos elaborados por los operadores, almacenar y distribuir los productos petrolíferos que salen de la refinería, cuenta en la comunidad con tres de las cuarenta instalaciones de acopio que tiene repartidas por España.

En la primavera del 2014, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se hizo eco públicamente de una sospecha que hasta entonces nadie se había atrevido a denunciar: que no había competencia en el sector y que las petroleras pactaban precios y se ponían de acuerdo para que en Galicia fuesen más caros.

Tras esa denuncia, la Xunta adoptó una serie de medidas para facilitar la implantación de estaciones de servicio de bajo coste y dinamizar el mercado. Sin embargo, de momento, no han dado sus frutos, a la vista de que Galicia continúa a la cabeza como la comunidad peninsular más cara.

Las petroleras siempre han negado interferencias en la formación de los precios.

Haya aquí más o menos competencia que en otras comunidades, hay otro factor que encarece directamente los carburantes: el céntimo sanitario. Este impuesto, cuya aplicación o no depende directamente de las comunidades, grava en Galicia con 4,8 céntimos de euros el litro de gasolina y el de gasoil. Es el tipo máximo que permite el Ministerio de Hacienda y la Xunta ha decidido mantenerlo en vigor.

El crudo, un 55 % más caro

Los carburantes de automoción iniciaron una escalada de precios en marzo pasado, aunque la presión se alivió en verano. Esta tendencia coincide con un incremento de las cotizaciones internacionales del petróleo. En el último año, el barril de crudo brent, el que se utiliza como referencia en Europea, se ha encarecido un 55 %. La recuperación de los precios se ha producido tras la reciente decisión de los países de la OPEP de reducir su producción. También ha interferido en los precios el fortalecimiento del dólar, divisa a la que cotiza el producto.

Hacienda se queda con más de la mitad

Los carburantes de automoción son uno de los productos más castigados por la presión fiscal. Casi un 60 % de lo que cuesta un litro de gasolina va a parar a las arcas del Ministerio de Hacienda, mientras que en el caso del gasoil es un 52 %.

El ministro Cristóbal Montoro asestó un golpe severo al poder adquisitivo de los españoles al ordenar, en septiembre del 2012, incrementar el IVA, que pasó del 18 al 21 % actual, que es el que se aplica también en el caso de los combustibles. Además, estos están gravados con el impuesto especial de hidrocarburos, dentro del que se incluye el céntimo sanitario.

El coste de los productos al por mayor supone solo un tercio del precio final que paga el consumidor. El resto se reparte entre los gastos de distribución y el margen de las operadoras.