Las demandas por despido se reducen en Galicia el triple que en el resto de España

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los expertos lo atribuyen al cambio de ciclo económico y a la precarización del empleo

13 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre enero y septiembre, 3.923 trabajadores gallegos acudieron a los juzgados de la comunidad para tratar de impugnar su despido. Son un 12 % menos que en el mismo período del año anterior. Un ritmo de caída que se ha intensificado en el tercer trimestre del año, cuando la reducción en el número de demandas fue del 15,6 %, según los datos aportados ayer por el Consejo General del Poder Judicial.

La tendencia, que sitúa las cifras en valores precrisis, es idéntica a la que se registra en el resto de España, aunque más acusada. En el conjunto del país, donde al igual que en Galicia se encadenan ya 13 trimestres consecutivos a la baja, las demandas por despido cayeron un 6,4 % entre julio y septiembre, casi tres veces menos que en la comunidad. En los nueve primeros meses del año las demandas presentadas rondan las 74.400, frente a las algo más de 80.000 que se contabilizaban a la misma altura del 2015.

Sindicatos, patronal y abogados laboralistas han podido pulsar en su día a día ese descenso en la litigiosidad, aunque tienen puntos de vista diferentes sobre sus causas. Así, Maica Bouza, secretaria de empleo de Comisiones Obreras en Galicia, entiende que tras ocho años largos de crisis «ya no queda casi plantilla por ajustar». Recuerda que el ajuste, que se centró primero en los empleados temporales, afectó luego también a los indefinidos y dejó las estructuras de muchas compañías literalmente en los huesos, por lo que no queda mucho margen para recortes adicionales. A esto hay que sumar, argumenta, que las empresas han optado por realizar sus ajustes de plantilla a través de expedientes de regulación de empleo, más supervisados, y han reducido al mínimo los despidos individuales, que «es el que más usualmente se denuncia». Y creen que a eso obedece el diferencial entre Galicia y el resto de España, porque a las empresas gallegas, por su tipología y, especialmente, por su tamaño, «les es más fácil hacer despidos colectivos». 

Recuperación económica

Para los empresarios, sin embargo, la estadística es solo la «plasmación de un panorama laboral que ha cambiado para bien». Argumentan desde la Confederación de Empresarios de Galicia que, ante el cambio de ciclo económico, las empresas han dejado de despedir y necesitan ya incorporar personal a sus plantillas. «Ningún empresario quiere despedir, queremos contratar», explican, para luego apuntar hacia un cambio en las relaciones laborales, con «una mayor cultura de la conciliación frente a los pleitos, porque el conflicto nunca es deseable para la empresa».

Una visión intermedia la ofrece Catarina Iglesias, letrada del departamento laboral de Iglesias Abogados, que destaca que el gran ajuste ha pasado y que tras unos años en los que su actividad se centraba en los despidos ahora se vuelven a negociar convenios colectivos y contratos. Pero apunta también a un cambio en las relaciones laborales. Y es que, explica, la precarización de las condiciones de trabajo, con más contratos temporales y a tiempo parcial, ha generado también una relación de más dependencia del empleado hacia la empresa que influye en ese descenso de la litigiosidad.

Al margen de las opiniones, los datos recogidos por el INE apuntan a un descenso del número de despidos, desde los 244.709 del pico registrado en el 2013 (el año más duro de la crisis) a los 203.806 del año pasado. Y muestran también un cambio de tendencia a partir de la reforma laboral: si en el 2011, el año anterior al cambio en la ley, apenas el 22 % de esos despidos contaban con la avenencia del trabajador, el año pasado el porcentaje rozó el 50 %. 

Reclamaciones de cantidad

Aunque se reducen las demandas por despido, los concursos de acreedores (se declararon 45, cuatro menos que en el tercer trimestre del año anterior) y los ERE (solo se aplicaron cuatro, frente a los 12 del verano del 2015), hay un incremento sensible en el número de reclamaciones de cantidad por salarios impagados. Galicia es la comunidad donde más crecen estos pleitos en los últimos meses, un 28 % entre julio y septiembre, aunque en el conjunto del año (6.452 litigios) aún se aprecia un leve descenso, de apenas un 0,7 %. 

Las ejecuciones hipotecarias caen a la mitad en verano

La estadística sobre los efectos de la crisis en los juzgados gallegos refleja también un fuerte descenso en las ejecuciones hipotecarias, que entre julio y septiembre cayeron más de un 49 % en Galicia. En total, los bancos reclamaron en los juzgados el impago de 207 hipotecas, la cifra más baja desde el tercer trimestre del 2007, antes del estallido de la crisis.

La ejecución es el paso previo al desahucio y, por tanto, la intensa reducción de los procesos en los últimos meses anticipa menos lanzamientos forzosos en el futuro inmediato. Eso, si se mira a largo plazo, porque, de momento, el goteo de familias que tienen que dejar su casa por orden del juzgado sigue aumentando. Entre julio y septiembre fueron 461 en Galicia, un 4,5 % más que en el mismo período del año anterior (frente a un descenso de más de siete puntos en el conjunto de España).

De esos 461 desahucios, 153 se produjeron por impago de hipoteca (un 18,6 % más) mientras que el grueso, 298, fueron por no estar al día con el alquiler de la vivienda. En este caso la cifra es idéntica a la del año pasado. A estos desahucios hay que sumar otros diez por otras causas (laudos arbitrales o procesos de familia). 

Alquileres de la Sareb

En ese contexto, la Sareb anunció ayer que ha sacado en alquiler 1.100 viviendas de su parque, con rentas a partir de los 170 euros y una carencia de dos meses en el pago. De esos inmuebles, repartidos en 20 provincias españolas, hay 23 en Galicia, en concreto en la localidad de Sanxenxo. Se trata de pisos de entre 51 y

100 metros cuadrados con alquileres mensuales que van de los 270 a los 530 euros.