La cuarta potencia de la moneda única se ha convertido junto a Alemania en el país más estable del euro. De Guindos, optimista, espera una aceleración de creación de empleo en el cuarto trimestre
06 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si alguien dudaba de que España ha dejado de ser el problema de Europa solo tiene que echar un ojo al Eurogrupo celebrado ayer en Bruselas. Y no solo porque el caos se llame ahora Italia, sino porque las autoridades comunitarias no tienen más que buenas palabras para la cuarta potencia de la moneda única. Las dudas e incluso el malestar por la parálisis política española parecen ya cosa de la prehistoria y, ahora, España se ha convertido junto a Alemania en el país más estable del euro. Cousas veredes. «Las medidas adoptadas por el Gobierno van en la dirección correcta», enfatizó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, en referencia a la subida de impuestos aprobada el pasado viernes por el Ejecutivo.
La bendición llegó al término de la sesión del Eurogrupo celebrada para analizar los proyectos de presupuestos enviados por los países de la eurozona. España aún no ha enviado su borrador, dado lo complejo de la situación política, pero lo hará en próximos días, como avanzó el ministro de Economía, Luis de Guindos. Pero las sensaciones en la Comisión son positivas. «Creemos que van en la buena dirección y ahora estamos esperando para el proyecto presupuestario definitivo, pero obviamente las cosas avanzan en la buena dirección», apostilló Moscovici.
De Guindos, por su parte, se mostró moderadamente optimista y desveló que esperan que la creación de empleo en el último tramo del año sea más fuerte que lo esperado. «Entramos con una inercia fuerte en el 2017. Viendo las afiliaciones de octubre y noviembre y las proyecciones de diciembre, nos sale un crecimiento desestacionalizado del empleo del 1 %», remarcó.
Respecto al proyecto presupuestario que el Eurogrupo volvió a pedir «lo más rápido posible», explicó que la decisión de subir impuestos vía decreto se debió a la necesidad de cuadrar las cuentas ya, sin esperar a que el presupuesto esté aprobado definitivamente, ya que los plazos podrían demorarse «hasta abril».