Aun sabiendo que los ricos también lloran, es cierto que la mayoría de los declarantes se beneficiarán de las rebajas fiscales aprobadas
04 dic 2016 . Actualizado a las 11:54 h.Mientras el ministro Cristóbal Montoro ensaya una y otra vez para explicar que el más común de los mortales no pagará más impuestos con la nueva reforma fiscal -esta afirmación la evaluaremos con certeza en un año-, ustedes tienen muy pocos días para preparar sus cuentas con Hacienda e intentar pagar lo menos posible. Los técnicos de la Agencia Tributaria acaban de lanzar un informe con importantes afirmaciones. Primera: las últimas ventajas fiscales incorporadas a la ley en la reforma fiscal del año pasado serán más cuantiosas para los ciudadanos más ricos. ¿Por qué? Porque su ahorro está, principalmente, aunque no solo, en el impuesto sobre el patrimonio. Claro que lo siguiente que habría que preguntarse es si este tributo es justo o no. A través de él Hacienda recauda por unos bienes que ya gravó en su día y que son fruto del ahorro.
Tener para desgravar
Aun sabiendo que los ricos también lloran, es cierto que la mayoría de los declarantes se beneficiarán de las rebajas fiscales aprobadas. Gestha calcula que se pueden llegar ahorrar en su IRPF unos 5.000 euros de media; sin embargo, antes de frotarse las manos, deben de saber que para conseguirlo es imprescindible tener algo de dinero ahorrado y hacer un simulacro de declaración. Será la única manera de que usted pueda saber con certeza si le interesa o no movilizar sus ahorros. De hecho, al 97 % de los declarantes que ganan menos de 60.000 euros no les conviene invertir hasta el límite de las deducciones permitidas porque no las aprovecharían. Así que si tiene algún ahorro, podría apostar por un plan de pensiones (una decisión inteligente si uno duda de lo que pueda pasar con esas prestaciones de la Seguridad Social en el futuro). Acuérdese de que ahora solo se pueden aportar 8.000 euros, siempre que no supere el 30 % de los rendimientos del trabajo y actividades económicas, independientemente de la edad. También reducen en la base imponible las aportaciones a planes de pensiones realizadas por el cónyuge del contribuyente cuando este perciba rendimientos del trabajo o actividades económicas inferiores a 8.000 euros. En este caso, el límite de la aportación pasó tras la reforma de 2.000 euros a 2.500 euros. Según Gestha, invertir otros 6.246 euros de media para alcanzar el límite de estas aportaciones garantiza un ahorro fiscal adicional de unos 1.500 euros de media. La estadística nos pone los pies sobre la tierra: esta ventaja es utilizada sobre todo por el 3 % de los declarantes que son los que ingresan más de 60.000 euros, cuyo ahorro les supone el 45 % de la aportación al plan.
¿Trabaja fuera?
Si por la crisis su empresa le mandó a trabajar al extranjero, debe saber que los rendimientos que ha obtenido están exentos de tributación con un límite máximo de 60.100 euros anuales. Esta deducción solo se podrá aplicar cuando en el territorio en el que se realicen los trabajos se aplique un impuesto de naturaleza idéntica o análoga a la del IRPF y no se trate de un país o territorio calificado reglamentariamente como paraíso fiscal. Además, esta exención solo está destinada a desplazamientos temporales, ya que si el contribuyente es residente en otro país ya no tributaría en España.
También puede deducir por compra de vivienda habitual si la operación se realizó antes de enero del 2013 y siempre que haya deducido por dicha vivienda en el 2012 o años anteriores. Estos contribuyentes pueden deducirse hasta el 15 % de las cantidades invertidas, con un límite de 9.040 euros. Puede resultar interesante realizar un pago adicional para amortizar la hipoteca o construir un inmueble (hay un plazo de cuatro años para terminarlo) antes de que finalice el año para reducir la factura fiscal en 670,75 euros. Lo dicho, solo deducen los que ganan dinero y ahorran, y cuanto más mejor. Toca exigir trabajo y de calidad.
sofia.vazquez@lavoz.es