«Cobot», el compañero perfecto

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vazquez

La automoción gallega lidera la investigación para incorporar robots colaborativos a las líneas de producción

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la fábrica del futuro, las personas y los robots ya no trabajarán por separado ni a destiempo, sino a la vez y en cooperación.?Ese futuro es inmediato. De hecho, la industria del automóvil, siempre pionera en la incorporación de tecnología, ya tiene en plantilla los primeros cobots o robots colaborativos.

Hace ya meses que en la planta de PSA de Vigo algunos operarios trabajan codo con codo con autómatas. En el CTAG (Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia) investigan la adaptación de estas máquinas colaborativas a distintas funciones en la industria de componentes del automóvil y, de ahí, al resto de los sectores industriales. El centro, con sede en O Porriño, analizó ayer los retos y las aplicaciones de los cobots.

«Trabajamos con todos los prototipos que existen, analizando las operaciones industriales que son susceptibles a la incorporación de robots colaborativos y haciendo pruebas», explica Antonio Mateos, director de la división de Procesos y Sistemas del CTAG.

¿Qué aporta la incorporación de estos autómatas a la industria? El experto lo aclara de forma muy didáctica: «En primer lugar, seguridad para el operario, ya que el robot asume las operaciones más peligrosas. Aporta calidad al operario, ya que se evita los procesos más repetitivos. También supone mejoras ergonómicas para los trabajadores que habitualmente sufren enfermedades musculares como consecuencia de actividades de repetición. Y todo eso revierte en una mayor rentabilidad», afirma el ingiero.

Antonio Mateos asegura que los cobots no llegan para destruir puestos de trabajo, sino todo lo contrario. «Trabajan en colaboración con el operario, tienen que tener a uno al lado para el que trabajar. Sustituyen operaciones penosas, difíciles y repetitivas, no a los trabajadores», explica. 

En auge en todo el mundo

La demanda de esta tecnología colaborativa abre además nuevas posibilidades de negocio en la fabricación de autómatas, un sector en auge en todo el mundo, y al que Galicia está en condiciones y a tiempo de engancharse.

Ahora solo representa el 5 % de todas las ventas de máquinas industriales registradas el año pasado. Pero tienen potencial para revolucionar la industria, en particular para empresas medianas y pequeñas que representan alrededor del 70 % de la industria total. No son muy caros. Los cobots se puede comprar desde 24.000 dólares por unidad, una inversión asequible para pequeñas empresas.

En la jornada celebrada ayer en el CTAG los asistentes pudieron conocer a algunos de los compañeros de trabajo del futuro.

La compañía tecnológica ABB hizo la presentación de su primer robot industrial colaborativo de doble brazo. Su nombre es YuMi y su propósito, sacar de las enormes jaulas los robots industriales y ponerlos al lado del trabajador. 

Una gran precisión

«Esta tecnología ha sido específicamente diseñada para trabajar en la industria electrónica por la precisión con la que es capaz de trabajar. Un factor que lo hace apto para tareas de montaje de piezas pequeñas», dice la empresa.

YuMi pesa 38 kilos, puede manipular hasta medio kilo en cada mano y alcanza una velocidad máxima de movimiento de 1,5 metros por segundo.