El pinchazo alemán siembra de dudas una eurozona sostenida por España

a. l. BRUSELAS / COLPISA

ECONOMÍA

RANK RUMPENHORST | efe

Tras la victoria de Trump en EE.UU., el vicepresidente del BCE Vitor Constancio insiste en pedir a los Gobiernos que diseñen políticas fiscales destinadas al crecimiento

16 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Para lo bueno y lo malo, siempre Alemania. Es el mejor termómetro para casi todo en una eurozona alicaída que continúa sin saber cómo crecer de forma sostenible y robusta. Y Berlín, ayer, no dio buenas noticias a Bruselas. La gran potencia del bloque «está perdiendo impulso» debido al parón de sus exportaciones y creció solo un 0,2 % en el tercer trimestre, lo que ha propinado un revés a la moneda única, cuyo PIB se incrementó el 0,3 %, una décima menos que el de la UE (los 28). La foto muestra a Alemania como lastre, «penalizada por las dudas del brexit», y a España, de nuevo, como gran locomotora, ya que logró crecer el 0,7 % entre julio y septiembre. Los datos publicados por la agencia estadística comunitaria, Eurostat, suponen un jarro de agua fría en el peor momento, con una UE todavía en shock por la victoria de Trump. Lo advirtió el lunes el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio: «La economía mundial encara de nuevo un grado anormal de incertidumbre». El nuevo inquilino de la Casa Blanca ha prometido una política de expansión fiscal masiva, de la mano de un preocupante proteccionismo. América lo primero. Esto, advierte el equipo de Mario Draghi, es pan para hoy y hambre para mañana.

Lo que ocurre en Estados Unidos tendrá un efecto casi automático en Europa, sostenida por la respiración asistida del BCE. Pese a lo mucho que está haciendo Draghi, el euro sigue atrapado en una espiral de crecimiento exiguo en un contexto de tipos cero, masiva liquidez y el petróleo bajo mínimos. De hecho, el crecimiento interanual de la eurozona fue de solo el 1,6 %. Se barrunta negros nubarrones, ya que el Eurobanco podría decidir a final de año ir reduciendo los estímulos obligado por el repunte de la inflación. Y sin el BCE...

Por eso Constancio insistió en pedir a los Gobiernos que diseñen políticas fiscales destinadas al crecimiento.