Pese a que los ingresos han crecido, entre otras causas debido a la firma de contratos importantes, también lo han hecho los gastos
11 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La situación financiera de los astilleros públicos españoles dista mucho de mejorar. Si bien Navantia culminó el pasado ejercicio con las mayores pérdidas de la historia, con cerca de 170 millones de euros en negativo, en los primeros seis meses de este el desplome continúa acentuándose, con pérdidas por 66,6.
Así, el balance de las cuentas en el primer semestre de este 2016 indica un agravamiento con respecto al mismo período del año anterior, cuando la empresa pública se anotó 48,3 millones en números rojos, 18,2 menos que este año. Pese a que los ingresos han crecido, entre otras causas debido a la firma de contratos importantes como el sellado para la construcción de dos buques de aprovisionamiento en combate para la Armada de Australia, también lo han hecho los gastos, lo que deriva en un peor resultado de explotación. En concreto, de 17,8 millones de euros si se compara con el primer semestre del 2015.
Navantia achaca este descenso al mayor peso de la construcción civil -con márgenes más ajustados- en sus cuentas, citando expresamente al flotel de Pemex, las jackets y la subestación eléctrica para parques eólicos marinos y los petroleros del tipo Suezmax para la naviera vasca Ondimar. También alude a los «mayores gastos de mantenimiento de instalaciones puestas en productivo y de las licencias de paquetes de tecnologías de información».
Como ya había sucedido con anterioridad, la crítica situación financiera de la empresa pública, que bordeó la causa de disolución, obligó en varias ocasiones a su accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a aprobar la concesión de préstamos participativos, el último, con fecha de 27 de julio y por valor de 63 millones de euros. Pero ya había otorgado por la misma vía otros 267 con anterioridad. Tras esta última operación el patrimonio neto, a efectos mercantiles, se situaría en 41,1 millones.
Al otro lado de la balanza, el incremento de las contrataciones en 531 millones.