«Galicia es un buen sitio para emprender»

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El creador gallego de empresas tecnológicas, de 27 años, es cofundador de una firma que vende un gestor que adivina direcciones de correo electrónico

06 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con ese nombre, Fausto, y ese apellido, Escrigas, tenía que haber sido marino. Como su abuelo Fausto Escrigas Estrada, vicealmirante de la Armada asesinado por ETA en 1985. Pero este Fausto Escrigas Pérez (Madrid, 1989) optó por no seguir la tradición de su familia ferrolana porque siempre le «gustó hacer inventos, idear proyectos y decidí estudiar Informática», resume divertido. Escrigas es uno de los tres fundadores de la empresa tecnológica emergente Ninjamails, que ha creado un gestor que «adivina» direcciones de correo electrónico.

-¿Cómo que los adivina?

-Antes tenía otra empresa tecnológica dedicada al sector de la educación y lo que más nos costaba era contactar con las personas que tomaban las decisiones dentro de las compañías. Desarrollamos un pequeño algoritmo para intentar adivinar emails y a raíz de eso nació Ninjamails.

-¿Y acierta siempre?

-La tasa de acierto está por encima del 80 %, sí.

-Ahora anda por Chile. ¿Tienen prisa por expandirse?

-Aquí en Chile hay un programa muy potente de aceleración de startups, el segundo más importante del mundo, después del de EE.?UU., y sí queremos internacionalizar la empresa. Por eso estamos aquí, para cerrar ventas con clientes. Aquí hay más facilidad para la búsqueda de inversores, incluso el Estado chileno destina muchos recursos para digitalizar el país.

-¿Buscan en Chile lo que no tienen en España?

-Parte de la empresa está en España y otra parte aquí, en Chile. En España también hay un programa potente del ICEX, pero enfocado a compañías extranjeras.

-Lanzarse a emprender no será nada fácil, ¿no?

-Esta es la segunda empresa que he arrancado y la verdad es que el 100 % del éxito de cualquier proyecto está en el equipo con el que empiezas. En nuestro caso, fichamos a un experto legal que estaba en Tuenti, y el otro socio tiene mucha capacidad para gestionar todo lo relacionado con las finanzas. Lo más difícil de cualquier empresa, la montes donde la montes, es el equipo, contar con la gente apropiada, y no creerte que puedes hacerlo tú solo. Al margen de eso, en España hay dificultad para conseguir inversión, pero no tanto pública como privada. Hay una falta de cultura inversora, aunque parece que esto está cambiando.

-¿Qué objetivos tienen?

-Conseguir en Chile casi 500.000 dólares de inversión y montar aquí la empresa para que nos sirva de trampolín a Latinoamérica. Aunque también queremos crecer en España para saltar a Europa. Intentamos ser una empresa pequeñita en muchos sitios, no hace falta ser un Amancio Ortega para dar el salto.

-Y cuando se canse de Ninjamails, ¿qué?

-Queremos seguir desarrollando productos tecnológicos a partir de este algoritmo que adivina los emails. Estamos trabajando en la actualización de bases de datos de clientes, entre otras aplicaciones. De todos modos, yo soy emprendedor en serie, tengo el foco puesto ya en la siguiente empresa. Trabajé durante un tiempo en un banco y a mí lo que me gusta es arrancar proyectos, no tener un trabajo convencional.

-Parece moverse por el mercado laboral como pez en el agua, ¿no tiene miedo al paro?

-El miedo siempre está ahí. Cuando dejé el banco, a mi padre [Guillermo Escrigas] casi le da algo, no le entraba en la cabeza que dejara una gran empresa para montar yo una. Cuanto más joven eres ahora, más interesado estás en vincularte a un proyecto ganador que te llene profesionalmente, no tanto de tener una vida y un salario estable.

-Su familia es víctima de ETA, ¿cuánto marca eso?

-El asesinato de mi abuelo está muy presente para mí, porque yo me llamo Fausto por él, fui el primer nieto en nacer después de que lo mataran. A nivel familiar no es un tema tabú, pero tampoco es algo de lo que hablemos con frecuencia, pero cuando recordamos a mi abuelo lo hacemos con muchísimo cariño.

-Las «startups» generan poco empleo.

-Depende. Una empresa de este tipo no dura mucho tiempo, es un proyecto tecnológico a no más de dos o tres años y con mucha competencia. Por Ninja han pasado más de veinte personas y ahora estamos diez. Hay mucha rotación, pero es un buen trampolín para empezar a trabajar. En una gran empresa es más difícil. Además, en las startups se tiende a valorar no solo el conocimiento o el título universitario, también las habilidades personales

-Pero, ¿acabará convertido en un empresario convencional?

-Lo que espero es acabar en Galicia... Lo que me gusta es emprender proyectos diferentes.

-Entonces, su sueño es acabar aquí, en la tierra de su familia.

-Y comprar una casa en Redes (Ares).

-Dos consejos para emprender y que salga bien, claro.

-Sobre todo, ser consciente de que cuando te lanzas a montar algo, lo que más te va a costar es asumir que las cosas no siempre tienen que ir bien, a veces cuando van mal también aprendes. Asumir el fracaso como parte del aprendizaje. La verdad es que cada pequeño éxito es una victoria gigante, es una sensación de adrenalina bestial.

-¿Montará empresa en Galicia?

-Estuvimos valorando muy seriamente constituir la empresa en Galicia porque es uno de los sitios donde más ayudas se reciben para emprendimiento, en comparación con el resto de España. Es un buen sitio para emprender.