Mario Conde reconoce el delito de fraude fiscal para evitar 15 años de cárcel

J. A. b. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

MARISCAL | EFE

Está acusado de los delitos de alzamiento de bienes, fraude a Hacienda, blanqueo de capitales y organización criminal

05 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La última maniobra de Mario Conde se antoja algo arriesgada aunque puede beneficiarle ante el riesgo de enfrentarse a una hipotética condena de más de 15 años de cárcel. El exbanquero está acusado de los delitos de alzamiento de bienes, fraude a Hacienda, blanqueo de capitales y organización criminal a raíz de la repatriación a España entre 1999 y el 2014 de casi 14 millones de euros que supuestamente procederían del saqueo de Banesto a principios de los 90.

Sus abogados presentaron en el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional varios documentos bancarios que presuntamente acreditarían que ese dinero, en realidad, procede de operaciones realizadas antes de que accediera a la presidencia de Banesto en noviembre de 1987. En concreto, 9,4 millones vendrían «de la venta de la sociedad Antibióticos S. A. al grupo italiano Montedison por 58.000 millones de pesetas de la época (348,6 millones de euros). El dinero fue ingresado meses después en una cuenta del banco suizo Dreyfus Sons & Co, donde ya tenía cuatro millones que la defensa del exbanquero no aclara.

De confirmarse la veracidad de esos documentos, Conde podría librarse de la acusación por blanqueo de capitales, puesto que los investigadores la vinculan a las apropiaciones indebidas que realizó contra Banesto y que ha venido desarrollando mediante su entorno más cercano, familiares y amigos de su máxima confianza.

Negocia con el Santander

El problema es que se estaría autoimplicando en un delito de alzamiento de bienes, al admitir que habría ocultado un patrimonio cuantioso pese a tener importantes deudas tanto con la justicia como con Hacienda. En el primer caso, aún debe pagar 14,1 millones de euros por su responsabilidad civil por el caso Banesto, aunque sostiene que está tratando de negociar un acuerdo con el Banco Santander, que se quedó con la entidad tras su intervención en 1993.

Respecto a la Agencia Tributaria, el exbanquero es uno de sus mayores deudores personales (9,9 millones) y no consta que haya hecho intentos por devolver esos fondos.