Los inspectores de Hacienda creen que la recaudación por fraude fiscal ha tocado techo y piden explorar vías diferentes a la coercitiva

Ana Balseiro
ana Balseiro GIJÓN / ENVIADA ESPECIAL

ECONOMÍA

Consideran que será «difícil» superar el récord más de 15.500 millones de euros del pasado ejercicio

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), el pontevedrés José Luis Groba, considera que será «difícil» superar la recaudación récord por fraude fiscal de más de 15.500 millones de euros que la Agencia Tributaria logró el pasado ejercicio. Así lo aseguró en un encuentro con los medios durante el vigesimosexto congreso nacional que el colectivo celebra en Gijón bajo el título Fraude fiscal: Nuevos instrumentos de lucha. Cuantificación.

Poco antes, en el mismo foro el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, había sacado pecho por la cifra récord del 2015, pero Groba mostró sus dudas sobre la posibilidad de batirla de nuevo si no se modifican los mecanismos de lucha contra el fraude ya que, dijo, «llega un momento en el que la recaudación coercitiva llega a un tope».

«Hay que explorar otras vías», apuntó, sin precisar mucho más allá de la necesidad de «introducir objetivos de carácter innovador, que habrá que buscar haciendo estudios previos».

Precisamente por eso, porque consideran «de interés» promover «estudios periódicos» que contribuyan a un mejor conocimiento del fraude, su magnitud, tipología y causas, para avanzar en su erradicación, los inspectores anunciaron que mantienen contactos con la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) para desarrollar un proyecto compartido.

«Los estudios sirven para decirnos dónde estamos y permitirían introducir nuevos objetivos en la Agencia Tributaria», abundó el presidente, después de que Jesús Gascón, inspector de los servicios de auditoría interna de la AEAT, destacara que en España no hay referencias «oficiales» de economía sumergida ni fraude fiscal, mientras que otros organismos -como la OCDE o la Comisión Europea- publican estudios cuyos datos y metodología son discutibles por «poco consistentes». Por ello defienden que sería más fiable un estudio propio con metodología adaptada al país, «que permitiría recaudar más», apostilló Gascón.

En cualquier caso, la idea está en fase embrionaria -no está decidido si se haría por tipo de impuesto o por segmentos de contribuyentes- y no habría resultados antes de uno o dos años.

En el congreso también se abordaron los instrumentos de lucha contra el fraude en la fiscalidad internacional. Las subdirectoras generales de Fiscalidad Internacional y de Impuestos sobre las Personas Jurídicas del Ministerio de Hacienda, junto con el director del departamento de Inspección Financiera y Tributaria de la AEAT, explicaron que el Gobierno endurecerá la presión fiscal a los contribuyentes (principalmente empresas) que trasladen activos al exterior, a través del llamado impuesto de salida -exit tax, en inglés-, en vigor desde el 2015.