El presidente de Inditex abre la puerta a nuevos bonus para la plantilla y dice que la prioridad no es entrar en otros mercados, sino crecer en los actuales
18 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No acostumbra Pablo Isla a prodigarse en discursos, y menos en foros ajenos a Inditex. Por eso, cada una de sus intervenciones genera expectación para intentar deducir de sus palabras alguna pista sobre los futuros pasos del gigante textil.
Y ayer, aunque sin mucha concreción, dio alguna. La más jugosa, para los más de 152.000 trabajadores del grupo, a los que les interesará saber que su presidente está «muy contento» con los resultados del programa extraordinario de participación en beneficios, que este año se tradujo en una gratificación de 560 euros para lo empleados con más de dos años de antigüedad. «Más allá del salario es una medida que hace que la plantilla perciba su contribución a los resultados de la compañía», explicó antes de avanzar su intención de mantener ese estímulo a la productividad: «Pretendemos continuar».
Sobre el futuro del grupo, además de hacer hincapié en la integración entre tiendas físicas y virtuales, Isla redefinió el concepto de expansión, asegurando que su prioridad no pasa ya tanto por abrir nuevos mercados, sino por profundizar y crecer en los 92 países en los que ya están presentes. Y es que en alguno de ellos, dice, «puedes tener mucha visibilidad, pero poca penetración».
A preguntas del auditorio, Isla destacó la importancia del dimensionamiento y la diversificación para crecer y blindarse ante una crisis en su mercado de origen, como la que acaba de sacudir España. Gracias a su presencia internacional, Inditex fue capaz de crear más de 7.000 puestos de trabajo en el país en actividades como la logística o el diseño en el período más duro de recesión, explicó el ejecutivo.
Recetas de gestión
Aunque es un modelo que ha catapultado al éxito a la empresa que dirige, Isla fue muy cauto a la hora de dar recetas mágicas al resto de directivos, recordando que cada organización se rige por sus propios patrones. Tanto que, asegura, en la textil arteixana «se respiran» los valores, la filosofía y la forma de ser con los que Amancio Ortega fundó y llevó las riendas del grupo durante los primeros años.
«El espíritu emprendedor, una estructura muy horizontal... Intentamos seguir gestionando como si [Inditex] fuera una pequeña empresa», explicó Isla. ¿Y cómo es eso? «Sin burocracia, sin escalones, con autocrítica y humildad». Una cultura corporativa que «se transmite con mucha promoción interna y ninguna barrera», facilitando que cualquier empleado pueda prosperar dentro de la organización de acuerdo a sus intereses profesionales y su esfuerzo. «El techo te lo pones tú», concluyó.