Explotaciones lácteas se pasan a la carne por el menor coste laboral y la mayor estabilidad de precios

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Jesús González Vázquez, presidente de Ternera Gallega, apunta a tres factores fundamentales

17 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No existe ninguna fuente ni registro oficial que permita concluir con exactitud cuántas de las explotaciones que abandonan la actividad vinculada a la producción de leche se pasan directamente la carne. El grueso de las granjas que se da de baja cierra por completo, pero sí es cierto que hay casos en los que ha habido un trasvase. Algunos datos se pueden cruzar: mientras el último año el número de explotaciones de leche ha bajado un 3,8 %, las de carne han aumentado el 0,7 %, precisan desde el gabinete técnico de Unións Agrarias.

«Non sabemos o número exacto, pero coñecemos exemplos que pasan do leite á carne: é unha realidade que se aprecia no campo. E podemos falar, fundamentalmente, de tres factores; primeiro o desplome dos prezos do leite, que fai que haxa granxas non rendibles, ao que se suma que os prezos da carne son máis estables; segundo, a escasez de man de obra, cando nunha granxa familiar de leite morre alguén hai un relevo xeracional e as explotacións de carne son menos esixentes en man de obra; e por último, que a carne permite unha produción máis extensiva», explica Jesús González Vázquez, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ternera Gallega.

A lo largo de estos años de crisis en el sector lácteo, el número de explotaciones de carne profesionalizadas y que trabaja bajo el sello de calidad o se ha mantenido o ha crecido ligeramente. Y en cambio no ha sucedido lo mismo con las granjas de leche.