Asimismo, exigen medidas específicas de apoyo a la infancia y a la juventud, de forma que el cheque bienvenida beneficie a los niños en familias en la pobreza; un plan específico pero coordinado con la Risga de apoyo a las familias donde las mujeres están a cargo de varios hijos; una reforma intensa del sistema de garantía juvenil y facilitar la vuelta de la población juvenil emigrada.
El manifiesto también clama por una sociedad «más accesible» en la que se eliminen barreras arquitectónicas, por el fomento de la participación política, por la exigencia de que los partidos «estén obligados a cumplir» sus programas electorales y por una reforma constitucional «que convierta los derechos sociales, culturales y económicos en fundamentales».
Según el representante de EAPN, es necesario atajar «las causas de los problemas» y no quedarse en acciones de caridad. Así, tras remarcar que hacen falta «más que palabras» y que es necesario no quedarse «en dar alimento y vestido», ha apelado a promover un enfoque más ambicioso y lanzar políticas de inclusión.
También ha constatado que da la impresión de que las distintas administraciones «van por libre» y ha señalado a las distintas instituciones (Xunta, ayuntamientos, diputaciones...) para apelar a la cooperación. «Es el momento de encardinar las políticas de todas las administraciones», ha aseverado, para pedir también «diálogo civil» con las entidades implicadas en la lucha contra la pobreza.
La valedora «toma nota»
Por su parte, la valedora do Pobo, Milagros Otero, ha ratificado su compromiso y ha asegurado que tanto ella como los representantes políticos presentes «toman nota» de las demandas de los colectivos más vulnerables. «Entiendo que están hartos de buenas palabras; entre todos tenemos que ser capaces de ayudar a las personas que están peor porque no nos piden un regalo, sino un derecho», ha zanjado.