La subasta eléctrica, de la que está pendiente Alcoa, será dentro de un mes

m. s. VIVEIRO / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Los resultados pueden ser decisivos para cerrar la venta de las fábricas de A Coruña, Avilés y San Cibrao

13 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya se conoce la fecha de la subasta de la tarifa eléctrica. Se celebrará del 14 al 18 de noviembre próximo, tal como publicó ayer la Secretaría de Estado de Energía (Ministerio de Industria) en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Una de las firmas que espera con más interés esa subasta es Alcoa y muy especialmente los casi dos mil trabajadores de las plantas de A Coruña y San Cibrao, en Galicia, a los que hay que sumar los empleados de la fábrica de Avilés, las tres que posee la multinacional del aluminio en España, ahora inmersa además en un proceso de venta. En medio de este plan, los resultados de la subasta pueden ser decisivos. 

Desde la multinacional Alcoa señalaban ayer, con respecto a la subasta, que tienen previsto participar «con el objetivo de obtener servicios de interrumpibilidad suficientes para que las tres plantas -San Cibrao, A Coruña y Avilés- sean competitivas». Un resultado final favorable en esta subasta beneficiaría presumiblemente el proceso de venta.

Sobre la venta precisamente Alcoa evita pronunciarse en este momento, limitándose a señalar que «se siguen analizando todas las opciones posibles y no hay al respecto ninguna decisión tomada».

Sin embargo, el grupo Aludium está en buena posición en esta negociación y, además, los trabajadores lo verían, en general, con buenos ojos. Esta compañía (división en España de la corporación norteamericana Atlas) ya se adueñó de otros dos factorías de Alcoa en España, las de Alicante y Amorebieta, cuando la multinacional norteamericana las sacó a la venta hace dos años. Los representantes de los trabajadores de esas dos plantas explicaron recientemente que los nuevos dueños estaban realizando inversiones para modernizar las instalaciones y hacerlas viables. 

Convocatoria tardía

La fecha de la subasta de la tarifa eléctrica no supone ninguna sorpresa. Ya se esperaba para noviembre -a pesar de que no haya un nuevo Gobierno todavía formado- porque no se puede demorar ya más y aun así las empresas se quejan de que esta fecha, y más este sistema anual de subasta, les impide realizar previsiones a largo plazo. Los propios trabajadores están así cada año en la cuerda floja, viviendo esta situación con la misma incertidumbre. Las plantillas de Alcoa en Galicia y en Asturias están más pendientes que nunca de esta subasta y del resultado de la misma.

El 1 de noviembre se segregará en dos divisiones: Alcoa Corporation y Arconic

El próximo 1 de noviembre, la multinacional estadounidense Alcoa se dividirá definitivamente en dos empresas independientes: Alcoa Corporation, que agrupará las plantas de su negocio tradicional dedicado a la fabricación de aluminio y alúmina y en la que se enmarcarán las instalaciones gallegas y asturiana; y Arconic, concentrada en productos más innovadores para dar mayor valor al negocio de los metales especializados, dirigidos especialmente a la industria aeroespacial y del automóvil.

En los últimos meses puso en marcha el proceso de segregación para sortear la crisis económica general y en especial la añadida por la irrupción del aluminio de China en el mercado mundial y la presión que esta situación supuso.

Hay que recordar que Alcoa era la compañía que marcaba el inicio de temporada de los resultados trimestrales en Wall Street. La necesidad la obligó a partirse en dos y ahora está a punto de finalizar esa separación. Alcoa Corporation y Arconic cotizarán por separado en el New York Stock Exchange

A subasta 500 millones anuales

Alcoa, como las principales industrias intensivas del país, concurrirán a una subasta en la que se jugarán el precio de la energía eléctrica que abonarán en el 2017. En el 2014 se implantó este sistema de pujas para adjudicar los incentivos (500 millones al año) que reciben en forma de descuentos las compañías que más electricidad consumen a cambio de prestar el servicio de interrumpibilidad. Esto es, por dejarse cortar el suministro cuando el operador del sistema (Red Eléctrica) lo necesite.