La incertidumbre política ya pasa factura a la economía

José A. Bravo COLPISA

ECONOMÍA

Pedro Sánchez, anunciando su dimisión como secretario general del PSOE.
Pedro Sánchez, anunciando su dimisión como secretario general del PSOE. Fernando Villar | EFE

Los indicadores adelantados moderan el optimismo económico actual y previenen sobre 2017

03 oct 2016 . Actualizado a las 12:56 h.

Todavía no se han encendido las señales de alarma, pero la situación económica ya no es tan relativamente pujante como cuando empezó el año. Todos los informes sobre previsiones macroeconómicas que se han ido publicando en las últimas semanas apuntan en la misma dirección: España crecerá en el 2016 de forma relativamente vigorosa -así lo acaba de constatar el Banco de España, al elevar medio punto su estimación del alza del PIB para este ejercicio hasta dejarla en el 3,2 %-, aunque la gasolina se va a ir reduciendo poco a poco hasta el punto de que en el 2017 el motor del país irá mas bien a ritmo de un tren regional más que el de un avión, aunque sea de trayectos nacionales.

Un análisis más sosegado de los indicadores que manejan tanto el Ministerio de Economía como el de Industria revelan ya que la nave del país esta perdiendo velocidad. Y para muestra, un botón: el llamado indicador sintético de actividad (uno de los mejores termómetros para medir el vigor real de la economía) no ha parado de bajar desde finales del año pasado, y eso una vez descontados posibles efectos distorsionadores como las variaciones estacionales, el calendario y otros elementos atípicos. Así, mientras en el último trimestre del 2015 su tasa alcanzaba el 3,2 % ?la más alta desde el inicio de la crisis económica siete años atrás?, finalizado el primer trimestre del 2016 se había moderado al 2,9 % para quedar en el 2,6 % en el segundo. Y del tercero se espera que no haya cambios en esta tendencia.

Otra variable que muestra cómo la potencia del motor económico del país no es, ni mucho menos, la misma, es el indicador de sentimiento económico que elabora la Comisión Europea junto a la percepción que tienen empresarios y consumidores. En una escala donde el promedio se sitúa en 100 puntos, el año pasado lo terminó con 109,6 para luego ir bajando paso a paso hasta quedar a las puertas de este otoño en los 105,2 puntos, e incluso haber bajado hasta poco más de 104 en agosto. Es su nivel más bajo desde octubre del 2014.

La marcha del indicador sintético de la industria también apunta a que la moderación es un hecho cierto, con la incertidumbre política y la atonía económica en Europa como principales factores de riesgo. Así, de la tasa del 3,4 % con la que cerró el 2015 se pasó a solo un 2 % a la finalización del primer trimestre .