Vulcano sale a flote con la venta de un buque que le dará 14 meses de trabajo

M. Sío Dopeso / C. Punzón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

Un armador desconocido compra un ferri a medio construir que pondrá fin a trece ERE y 5 años sin actividad

24 sep 2016 . Actualizado a las 11:02 h.

Era el último cartucho que le quedaba a Factorías Vulcano para evitar el cierre y, a dos días de la celebración de las elecciones gallegas, el astillero vigués dio en el blanco.

El constructor de buques anunció ayer la noticia a sus 87 trabajadores, que encadenan 13 expedientes de regulación de empleo (ERE) consecutivos y 5 años sin actividad: Vulcano ha conseguido carga de trabajo.

El astillero, con sede en Teis, por fin ha encontrado un armador para el buque tipo ferri, propiedad del Banco Santander, que llegó hace casi tres años a las gradas a medio construir, para que el astillero le buscara cliente.

Tardó en llegar. Tanto, que en buena parte del sector se preparaban ya desde hace meses para el luto de un moribundo Vulcano. Pero, coincidencia o no -las citas con las urnas suelen deparar gratas sorpresas al naval-, el astillero hacía fiesta ayer con la buena nueva.

«Esto no tiene nada que ver con la política ni con las elecciones. Lo hemos firmado hoy mismo [por ayer]. Siempre creí que esto iba a salir. Siempre creí en Vulcano y no pienso más que en volver a trabajar», manifestó satisfecho y casi eufórico José Luis Méndez, director general de Factorías Vulcano. No es para menos. 

Incorporación inmediata

El buque va a deparar para el astillero 800.000 horas de trabajo, repartidas a lo largo de 14 meses, según informó el constructor, que no quiso revelar el nombre de su cliente y pidió expresamente que se evitaran especulaciones con posibles compradores que, con anterioridad, mostraron interés por el ferri. «El armador no quiere que se sepa su nombre hasta que el contrato entre en vigor», aclaró.

Eso será en el plazo de unas semanas. El tiempo necesario para que Vulcano ponga sobre la mesa las garantías necesarias para avalar la construcción. Algo que no debería suponer mayor complicación teniendo en cuenta que el barco es propiedad del Santander (procedente de un embargo).

La consecuencia inmediata, tan pronto el contrato firmado entre en vigor, será la desactivación del último ERE, que tiene vigencia hasta diciembre. «Una vez en vigor, la incorporación al trabajo será inmediata, y esto va a reactivar el empleo en todas las subcontratas del naval a partir de enero», aseguró el director general del astillero. «Este contrato que hemos firmado hoy es el fruto del trabajo de todos, de toda la plantilla de Vulcano, del Igape, de Xesgalicia, del Santander y de Pymar», manifestó José Luis Méndez.

La dirección de Vulcano comunicó ayer tarde al comité de empresa la confirmación del contrato. Fuentes de los trabajadores aseguraron que eran conocedores de la intensa labor comercial que estaba haciendo el astillero para conseguir un cliente. «Esperábamos el anuncio como agua de mayo. Nunca perdimos la esperanza, pero últimamente ya teníamos el miedo en el cuerpo», manifestó un representante sindical.

Un barco de 139 metros de eslora vital también para volver al mercado

El contrato firmado ayer con el armador anónimo supondrá carga de trabajo inmediata para una plantilla exhausta de encadenar regulaciones de empleo, pero representará también una inyección de confianza para que el astillero vuelva al mercado y recupere su sitio en el ámbito de la construcción de grandes buques. La razón es bien sencilla. «Los armadores que quieren hacer un barco, si vienen y no te ven trabajar, no meten un duro en el astillero», afirmó José Luis Méndez, que calificó la firma materializada ayer como la vuelta a la vida de Vulcano. «Es el arranque otra vez del astillero».

El trabajo no será fácil. Por delante tienen la tarea de construir un ferri (buque de pasaje y vehículos) que cuenta con 139,1 metros de eslora y 22 metros de manga, con un peso muerto de 2.300 toneladas y una velocidad en servicio de 21,8 nudos. Esta embarcación tendrá capacidad para transportar a más de 1.500 pasajeros. Con 52 camarotes, además cuenta con 1.985 metros lineales de párking para transportar vehículos y 609 metros para tráileres.

La intención del astillero es que esta sea la especialidad de buques que empiecen a llegar a Vulcano. «Este es nuestro primer ferri, pero tenemos experiencias en buques sísmicos de acomodación muy sofisticados», afirmó Méndez.

Tras la firma de este contrato, Barreras y Metalships son en este momento los únicos astilleros privados sin carga de trabajo en cartera.