El Reino Unido trata de sacudirse la alargada sombra del «brexit» con más empleo e inversiones

rita a. tudela LONDRES / E. LA VOZ

ECONOMÍA

NEIL HALL | Reuters

Los británicos dan por seguro una fuerte caída, pero logran esquivar, de momento, los efectos del referendo

24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante meses, los partidarios de la campaña favorable a que Reino Unido siguiese en la Unión Europea, con el ex primer ministro británico David Cameron a la cabeza, pronosticaron una subida de impuestos y un recorte de gasto como consecuencia del brexit. Por el momento, la publicación de los primeros datos están ayudando a los defensores de la salida del bloque común, si bien muchos analistas advierten de que estos solo recogen cifras que fueron hasta junio.

Hay una serie de datos que abundan en esa idea. La semana semana se supo que el comercio minorista de Reino Unido remontó un 1,4 % tras despejarse la incertidumbre del brexit. Pero es que además el desempleo descendió en 52.000 personas entre abril y junio, situándose así a su nivel más bajo en ocho años. Los datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas británica hace a muchos tirar cohetes porque la tasa de paro se encuentra en su nivel más bajo desde el verano del 2005 y a eso se suma que los salarios subieron un 2,4 % durante el segundo trimestre del año.

Quizás el mejor dato para los defensores del brexit es que el número de personas apuntadas al subsidio de desempleo durante julio, justo el mes posterior al referendo, fue de 763.000, 8.600 menos que en junio. «El mercado laboral continuó con una tendencia sólida en el segundo trimestre del 2016, con un nuevo récord en su tasa de empleo», defendió David Freeman, director de la oficina estadística.

Menos dramatismo

Pero por ahora, los malos augurios aparecen algo lejanos. Tras meses de duros pronósticos, desde el Banco Central Europeo (BCE) también cambian el tono y reconocen en sus últimos informes que las repercusiones del histórico referendo son «menos drásticas de lo que muchos habían anticipado». Así, exponen que las turbulencias bursátiles se limitaron a las primeras jornadas, estando muy centradas en el sector bancario. Con todo, lejos de quitar la advertencia a repercusiones de la mesa, el consejo que preside Mario Draghi mantiene la teoría de que todavía es pronto para conocer el impacto real. Las bolsas de todo el mundo, mientras, van recuperando algo de aire, y algunas han vuelto ya a niveles prereferendo.

En el campo empresarial, una de las mejores noticias para Reino Unido tras la victoria de la salida de la UE ha sido que la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) anunciase la inversión de 275 millones de libras para ampliar tres de sus plantas de fabricación en suelo británico. Empresa opuesta al brexit durante la campaña del referendo, sus directivos aseguran ahora que el Reino Unido sigue siendo un lugar atractivo para sus inversiones y la fabricación de medicamentos.

«Es un testimonio de nuestra fuerza de trabajo cualificada Reino Unido y de nuestra posición de liderazgo en ciencias, por lo que estamos haciendo estas inversiones para mejorar la fabricación aquí», anunció el presidente ejecutivo de la empresa, Andrew Witty. Otro respiro para el ministro de Economía, Philip Hammond, sabedor de que muchos empresarios están esperando para mover ficha en sus planes de crecimiento y permanencia en Reino Unido.

Pero frente a tanta alegría, los analistas advierten de que esta situación empeorará en los próximos meses, cuando comiencen las negociaciones del gobierno de la premier Theresa May y se sepa el camino que finalmente tome Londres frente a Bruselas. Las previsiones del Banco de Inglaterra no llegan a plantear el escenario de recesión que sí creen muchos analistas, pero sí de un crecimiento pobre, pese las medidas de estímulo -bajada de tipos incluida- que ha lanzado este mes.

Mientras, el alcalde de Londres, Sadiq Kahn, sigue pidiendo que se garantice que la capital británica tenga acceso al mercado único europeo. Lo ha hecho lanzando una nueva campaña que lleva por lema «Londres sigue abierta». Abierta a todos los trabajadores, empresarios y turistas del mundo. Su estrategia no debería sorprender a nadie: el turismo aporta 36.000 millones de libras anuales a la economía de la ciudad y el año pasado se registró un récord de visitas con 18,6 millones de personas.