Guerra de accionistas por el control de la vieja Pescanova

ECONOMÍA

El fondo inversor Broadbill pide un nuevo consejo de administración, por agotamiento del actual

18 ago 2016 . Actualizado a las 19:36 h.

En plena crisis por su supervivencia, los accionista de  Pescanova SA., la vieja sociedad reducida a un 20 % dentro de la compañía reflotada por la banca, propone cambiar el consejo de administración en la junta de accionistas de los próximos 20 y 21 de septiembre.

En un comunicado remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Broadbill (que gestiona el 3,597 % del capital social de la compañía) plantea la necesidad de un consejo «renovado», por considerar que el actual está «agotado» después de la crisis de la empresa pesquera.

Ha señalado que el objetivo es «desbloquear» los conflictos pendientes entre la vieja sociedad y Nueva Pescanova.

La propuesta de Broadbill para Pescanova S.A. consiste en ampliar de cuatro a seis el número de componentes del consejo; en destituir a César Mata como consejero y mantener su condición de secretario, así como en el nombramiento de tres nuevos consejeros: Luis Chicharro, Wilson Hudkins Cáceres y Luis Aurelio Martín.

En la convocatoria de la junta de accionistas, difundida el pasado viernes, Pescanova SA. proponía ampliar de cuatro a siete el número de componentes, así como el nombramiento de Carlos Federico Sanz Navarro, César Real Rodríguez y Leopoldo Fernández Zugazabeitia.

A día de hoy, la vieja Pescanova es una sociedad de cartera, sin actividad real, cuyo principal activo es la citada participación del 20 % en Nueva Pescanova, la firma creada en el 2015 tras la refundación del grupo, que se declaró en concurso de acreedores dos años antes por un «agujero» en sus cuentas de casi 4.000 millones de euros.

Este enfrentamiento entre socios se produce a pocos meses de que la banca, dueña de Pescanova, lleve a cabo una ampliación de capital de 300 millones de euros, que acabará diluyendo a lo que queda de la vieja Pescanova, si esta no consigue reforzar su participación, algo que solo es posible si la CNMV levanta la suspensión de la cotización, que está paralizada desde marzo del 2013. De momento, el regulador sigue reticente.