Berlín crea una oficina antifraude tras el escándalo de los papeles de Panamá

p. b. BERLÍN / E. LA VOZ

ECONOMÍA

Alemania se ha convertido en un paraíso para las redes de financiación del terrorismo internacional; su carácter descentralizado facilita el lavado de dinero

10 ago 2016 . Actualizado a las 07:28 h.

Una vez más, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quiere dar el primer paso y servir de ejemplo a sus vecinos europeos. Por eso, ha decidido crear la llamada unidad de inteligencia financiera (FIU, por sus siglas en inglés), con la idea de combatir el lavado de dinero y, sobre todo, la financiación del terrorismo.

La FIU arrancará el próximo verano con 50 funcionarios, aunque está previsto ampliar la plantilla hasta 160 colaboradores en un futuro no muy lejano, según publicaban ayer varios medios locales. Además, será trasladada a la Oficina de Aduanas, que depende directamente del Ministerio de Finanzas, tal como ocurre en la mayoría de los países.

Un traslado que forma parte del plan de diez puntos contra el fraude fiscal que presentó Schäuble el pasado abril, tras el revuelo de los papeles de Panamá, que contempla además ampliar las competencias de la FIU. A partir de ahora, los agentes de la unidad no solo comunicarán movimientos sospechosos a la Fiscalía, sino que también cotejarán la información de otras oficinas, investigarán los posibles casos e incluso tratarán de identificar los nuevos métodos utilizados para el lavado de dinero de manera preventiva.

Con todo, hay dudas sobre la eficacia de este anuncio. Alemania se ha convertido en un paraíso para las redes de financiación del terrorismo internacional; su carácter descentralizado facilita el lavado de dinero. Asimismo, muchos Estados federados carecen de los controles necesarios en todos los sectores, y la cifra de inspectores se ha reducido. En la locomotora europea se lavan cada año hasta 100.000 millones de euros.