La Guardia Civil investiga la muerte de un supuesto furtivo ahogado en A Toxa

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

ECONOMÍA

«Afogouse diante de min», declara uno de los dos supervivientes del incidente

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el silencio de la noche, el sonido del Pesca 1 despertó a muchos grovenses. Era de madrugada y la presencia del helicóptero, con un haz de luz iluminando las inmediaciones de A Toxa, no hacía presagiar nada bueno. Efectivamente, en ese entorno se estaba escribiendo una tragedia. El desgraciado papel protagonista fue para V. M. L. C., un hombre de 44 años de edad cuyo cadáver iba a ser rescatado, pasadas las cuatro de la mañana, de las aguas de la ría.

Todo había empezado sobre las tres de la madrugada de ayer, cuando un hombre empapado llamó a los chalés de la zona del Mirador, en A Toxa, pidiendo auxilio y diciendo que uno de sus amigos había fallecido. Desde el mar también se oían gritos pidiendo ayuda, lo que puso en guardia de inmediato a los agentes del servicio de vigilancia de la isla, que dieron parte inmediatamente a la Guardia Civil.

Fueron los agentes de este cuerpo los que reclamaron al 112 medios «para rescatar a dos personas que veían en el agua, cerca del Campo de Golf de A Toxa. Sospechaban que podía haber una persona fallecida, como, posteriormente, se confirmó», según consta el parte emitido desde Santiago. Hasta la zona de A Vía -el canal que separa O Grove de la isla- llegó una embarcación del servicio de emergencias meco, que enseguida puso rumbo a las rocas desde las que L. M. S. F., de unos cuarenta años, había estado pidiendo auxilio. Lo encontraron con el agua a la altura del pecho, haciendo esfuerzos por mantenerse a flote.

Alta médica

Lo sacaron del mar y lo condujeron a tierra, donde esperaba una ambulancia que lo trasladó a Montecelo. Parecía presentar síntomas de hipotermia, si bien la exploración médica descartó tal extremo. El hombre estuvo en observación unas horas y, ayer a mediodía, cuando los doctores comprobaron que se encontraba estable, recibió el alta médica.

En el momento de su rescate, los efectivos de emergencias preguntaron a L. M. S. F. por su compañero, el hombre que aún quedaba en el agua. «Afogou diante de min», cuentan que dijo antes de quedar en manos del personal de la ambulancia.

La embarcación de los servicios de emergencias dio un par de pasadas más por la zona antes de volver a tierra para recoger a un buzo de los Bombeiros do Salnés que se había desplazado a O Grove para participar en la búsqueda. Finalmente, no fue necesaria su intervención: el Pesca 1 había divisado el cuerpo del fallecido y lo había rescatado ya.

¿Qué hacían el fallecido y sus dos acompañantes, L. M. S. F. y A. B. D., en A Vía, pasadas las tres de la madrugada? Las tres personas vinculadas con este suceso eran vecinas de O Grove y tenían antecedentes por furtivismo. Según explicaron fuentes oficiales, los tres habían sido vistos abandonando el puerto de O Corgo a bordo de una vieja gamela que podría haber zozobrado en el mar.

Los agentes de la Guardia Civil han abierto diligencias para esclarecer las circunstancias que rodean lo que, en principio, se considera un desgraciado accidente marítimo.

Largos historiales de furtivismo y robos en todo tipo de locales de la comarca

Durante la mañana, los rumores se desataron en O Grove. Los tres hombres implicados en este desgraciado asunto son personas muy conocidas en la localidad, tanto por los vecinos como por las fuerzas de seguridad de este municipio. Arrastran largos historiales de furtivismo y tienen antecedentes por robos de todo tipo.

Es ese historial lo que provoca que las fuerzas de seguridad hayan explorado, desde el principio, la hipótesis de que los tres hombres implicados en esta historia «faenaban por la zona cuando fueron sorprendidos por la subida de la marea», que se estaba produciendo cuando sucedieron los dramáticos hechos. Sin embargo, en el ámbito de la cofradía meca no creen que estas personas estuviesen extrayendo marisco. «Igual iban a outra cousa», explicaban ayer fuentes del pósito, apuntando a la posibilidad de que las víctimas se dirigiesen a levantar otras artes de pesca.

Habituales

Lo cierto es que la presencia de estos hombres -uno de ellos pertenece al bautizado como clan dos Roxitos- suele hacer saltar todo tipo de alarmas, tanto entre los propietarios de establecimientos comerciales y hosteleros como entre los vigilantes de A Toxa, los guardapescas de la cofradía San Martiño, o los propios efectivos de los distintos cuerpos de seguridad que operan en el municipio. El fallecido, V. M. L. C., era considerado como el líder del grupo.