Casi 600.000 hogares gallegos esperan un contador que facture la luz por horas

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los contadores digitales
La Voz

Ya hay instalados algo más de un millón, aunque el 4 % de ellos no están conectados

05 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Evoluciona favorablemente el plan de despliegue de contadores digitales en los hogares gallegos. Según datos facilitados por las dos principales empresas distribuidoras de electricidad en la comunidad, Gas Natural Fenosa y Begasa (esta es hegemónica en la provincia de Lugo), hasta mayo, el 66 % de sus clientes contaban ya con el aparato inteligente, aquel que permite a la comercializadora de turno emitir facturas a partir del consumo real por horas, o sea, pagar la luz por lo que cuesta en el mercado en cada momento del día. Este criterio está en vigor desde octubre pasado y parece más lógico que el anterior. Hasta ese mes, se aplicaba un precio medio del mercado estipulado por Red Eléctrica a partir de unos perfiles de consumo previamente dibujados en función de los hábitos de cada cliente.

Ese 66 % se traduce en 1,1 millones de hogares que disponen de medidor nuevo. De ellos, 948.833 son de Gas Natural; y 167.000, de Begasa. Esta última compañía, perteneciente a Viesgo (antigua E.On) explicó que ha renovado el 100 % del parque en la zona en la que opera, en la provincia de Lugo.

Sin embargo, aguardan por él otros casi 600.000 hogares, todos de Gas Natural Fenosa, a los que irán llegando los medidores de forma paulatina hasta el 2018, cuando por ley tendrán que pasar a la historia todos los aparatos analógicos. A finales de este año, la eléctrica presidida por Salvador Gabarró calcula que tendrán ya el dispositivo nuevo 1,2 millones de hogares, con lo que le quedarán pendientes de instalación en torno a 300.000. En total, distribuye energía eléctrica a 1.521.559 hogares gallegos.

Según confirman ambas compañías, no todos los clientes con equipos digitales pagan el consumo real que realizan porque sus contadores no están integrados en el sistema de telegestión que permite capturar los datos por horas y remitirlos a la comercializadora.

Fuentes de Gas Natural Fenosa explican que el 96 % de los aparatos nuevos instalados están también conectados, o sea, que hay un 4 % que no lo están. ¿Por qué? Porque al mismo tiempo que se renueva el aparato en el hogar, es preciso colocar receptores de datos en el centro de transformación (en Galicia hay 18.000). Ambos procesos se ejecutan en paralelo, pero no siempre coinciden al 100 %. Fuentes de la eléctrica aclaran que la integración del contador suele producirse pocos días después de la instalación del dispositivo.

En el caso de Begasa, el 97 % de sus clientes cuentan con medidores eléctricos telegestionados y el 3 %, todavía no. 

La empresa se encarga de todo

La renovación de los contadores corre por cuenta de la distribuidora. Cuando al cliente le llegue el turno de renovar el aparato, la distribuidora le enviará una carta informándole del evento e indicándole una fecha aproximada del día que tocará realizar la operación de retirar el analógico y sustituirlo por el digital. Los técnicos de la compañía dedicarán unas horas a los trabajos durante los cuales se cortará el suministro eléctrico.

Una vez en funcionamiento, el consumidor sí notará en la siguiente factura de la luz que le sube un 50 % el alquiler del equipo. La nueva tarifa (pasa de 0,65 a 0,98 euros al mes) está impuesta por el Ministerio de Industria y se cobrará aunque el aparato aún no esté plenamente integrado en el sistema de telegestión. Algo a lo que se opuso la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Además, las facturas comenzarán a llegar cada mes en lugar de cada dos.

Bono social en función de la renta

El exministro de Industria, José Manuel Soria, lo intentó, pero no se atrevió. Y, ahora, con un Gobierno en funciones, son las eléctricas las que lideran una campaña para intentar cambiar los criterios del bono social (supone un descuento del 25 % en la factura) y que se introduzca el de renta. En la actualidad, pueden acogerse a él las familias numerosas, las que tienen a todos sus miembros en paro, los mayores de 60 años, los perceptores de una pensión mínima y los que dispongan de una potencia instalada inferior a 3 kilovatios, al margen de sus ingresos. Se benefician del bono 2,4 millones de hogares, que le cuestan a las eléctricas 188 millones. La propuesta, liderada por Endesa, supondría reducir el número de clientes en 800.000 con ingresos suficientes.

«Desde el principio notamos que pagábamos menos en la factura»

Ramón y su esposa, residentes en el concello coruñés de Arteixo, están encantados con el nuevo aparato digital, especialmente desde que se implantó, en octubre pasado, la facturación horaria, porque pagan menos al mes en su factura de la luz. Al menos, de momento. Así, el ahorro en sus recibos de los cuatro primeros meses de este año, en comparación con los del mismo período del 2015, ha sido significativo. El de enero pasó de 119,95 a 75,98 euros; el de febrero, de 82,11 a 67,88; en marzo, de 76,17 a 66; y en abril, de 68,5 a 41,84. No toda la rebaja ha sido consecuencia de la facturación horaria, pues el precio de la energía también se ha reducido de forma importante en esta primera mitad de año, pero «desde el primer momento notamos que pagábamos menos», destaca la esposa de Ramón. Esta pareja vive en un piso con todos los aparatos eléctricos, calefacción y agua caliente incluidos, y la potencia contratada es de 4,6 kilovatios. Están acogidos al precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC), es decir, están en el mercado regulado. Hay un dato de su tarifa que es fundamental para comprender un ahorro como el suyo: tienen contratada la discriminación horaria, que les viene al pelo porque su trabajo los mantiene fuera de casa hasta las once de la noche. «Tenemos la lavadora y la secadora con temporizador y las activamos cuando empieza la tarifa nocturna, que es más barata», explica Ramón. Aunque tampoco están siempre pendientes, procuran realizar el mayor consumo posible por la noche.