Hacienda presume de aflorar 141.000 millones, pero el grueso estaba declarado

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Pilar Canicoba

El fisco ingresó 840 millones en cuatro años por la inspección de bienes en el exterior

26 may 2016 . Actualizado a las 07:31 h.

La Agencia Tributaria saca pecho con el balance de los cuatro años de vigencia del conocido como «modelo 720» de declaración de bienes y derechos en el extranjero, que complementó a la amnistía fiscal del 2012 y que obliga a los titulares de cuentas, inmuebles o valores fuera de España a dar cuenta de ellos al fisco. El director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, cifró ayer el 225.507 las declaraciones que los contribuyentes han presentado en estos cuatro años y por las que han reconocido por primera vez tener algún bien en el exterior por un importe global cercano a los 141.000 millones de euros, de los que 13.755 corresponden a declaraciones presentadas este año.

Desde el 2013, de las 8.868 inspecciones realizadas por este motivo, Hacienda ha ingresado 840 millones de los 1.100 de deuda instruida total, a una media de 246.000 euros por acta liquidada, según explicó el responsable de la Agencia Tributaria.

Pero las cifras hechas públicas ayer no corresponden a bienes ocultos, sino que el grueso de los 140.916 millones referidos que contribuyentes españoles tienen en otros países ya estaban declarados. Así lo recordaba ayer el colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), señalando que las 31.529 personas que se acogieron a la amnistía fiscal por 40.000 millones y los 104.000 contribuyentes cuyos bienes ya estaban declarados «procedían de años prescritos o estaban regularizados con anterioridad», como es el caso de los 659 titulare se cuentas opacas en el banco HSBC de Suiza (la conocida lista Falciani) o los 198 titulares de cuentas en el LGT de Liechtenstein.

Y es que el modelo 720 obliga a declarar los bienes en el exterior, pero no distingue entre los que están al corriente de tributación en España y los ocultos, que serían los que verdaderamente habrían aflorado con esta declaración obligatoria desde el 2013, y que llevaría aparejada su regularización a través de una declaración complementaria del IRPF o del impuesto de patrimonio. 

La punta del iceberg

Pero dado que Hacienda no desglosa la información, no es posible saber qué cuantía de los 141.000 millones del exterior estaban realmente ocultos y han aflorado, aspecto este que Gestha reclama que la Agencia Tributaria cuantifique ya que -sostiene- «hasta ahora solo ha salido a flote una pequeña parte de esos bienes en el exterior», como el caso de la familia Pujol, que presentó complementarias en el 2014, o las de los afectados por los papeles de Panamá.

Precisamente, Menéndez destacó la eficacia del 720 como instrumento contra el fraude y lo puso como ejemplo para impedir que, en casos como el de Panamá, quienes hayan ocultado patrimonio en el exterior «puedan irse de rositas», como habría ocurrido antes de su entrada en vigor. Porque con el 720 el patrimonio no declarado no se considera prescrito, por muy antiguo que sea (antes las rentas no declaradas prescribían a los cuatro años), y se imputa en el IRPF del último ejercicio no prescrito.

Bajo la lupa de Bruselas

El modelo 720, que obliga a declarar los bienes y derechos en el extranjero, está bajo la lupa de Bruselas. El pasado noviembre la Comisión Europea abrió un procedimiento de infracción a España por considerar que el régimen sancionador de esta norma era excesivamente duro. A ello se suma la polémica imprescriptibilidad de lo no declarado, algo que Gestha considera que «podría vulnerar la Constitución española y el derecho europeo».

Idéntica opinión comparten los despachos de abogados, organizaciones de asesores fiscales y colectivos de extranjeros residentes en España, que desde el 2013 comenzaron a presentar en Bruselas las quejas que han dado como fruto la apertura del expediente a España.

Y es que si Hacienda descubre que un contribuyente no ha presentado la preceptiva declaración de bienes fuera del país -o lo ha hecho de forma incorrecta, incompleta o fuera de plazo- puede imputarle en el IRPF la renta descubierta fuera como ganancia patrimonial no justificada. ¿Qué implica esto? Pues que la factura fiscal puede ser de infarto, ya que tributará al marginal del IRPF (actualmente en el 46 %) y, además, sobre la cuota resultante, la Agencia Tributaria le impondrá una sanción del 150 % de lo defraudado. A ello se suma el hecho de que ya no habrá ejercicios considerados prescritos.

El miedo a ser descubiertos es lo que, según Menéndez, motiva que sigan recibiéndose declaraciones extemporáneas del modelo 720. «El incremento del control del patrimonio en el extranjero por la creciente captación de información tributaria internacional induce a cada vez más contribuyentes a cumplir la obligación, por lo que sigan recibiéndose declaraciones presentadas fuera de plazo para evitar las sanciones derivadas del incumplimiento», dijo.

El ejemplo es que dentro del plazo ordinario de presentación del primer año en vigor del 720 (el 2013) se recibieron 131.411 declaraciones, tres años después todavía se registran declaraciones de ese primer ejercicio, que ya suman casi 136.500. Por otra parte, Suiza sigue siendo el destino preferido de los residentes con bienes en el exterior.

Las claves del 720

Vía libre para perseguir sin fecha límite a quien oculte. Desde el 2013, a través del modelo 720, Hacienda obliga a declarar los bienes (ya sean cuentas, valores o inmuebles) que el contribuyente posea en el extranjero, siempre que superen los 50.000 euros. El plazo para hacerlo va del 1 de enero al 31 de marzo y las consecuencias fiscales de ignorarlo pueden ser graves: la sanción mínima por no presentar el modelo informativo son 10.000 euros y la multa, si Hacienda les investiga antes de que hayan presentada las declaraciones complementarias, puede alcanzar el 150 % de la cuota defraudada.