La crisis lleva a los bancos españoles a tener casi la mitad de su negocio en el exterior

J. A. B. / Colpisa MADRID

ECONOMÍA

JOSHUA LOTT | Reuters

Tan imparable ha resultado ese avance que en los últimos ocho años «prácticamente se han duplicado» desde el 25 % que representaban en el 2008

17 may 2016 . Actualizado a las 19:02 h.

La fuerza de la última gran crisis financiera, que antecedió a la económica y a la de deuda, alimentándolas, provocó que la banca española mirará cada vez más al exterior. Primero con temor, por casos como los de Lehman Brothers, y después con cierta avidez ante el desplome del negocio nacional debido a la grave recesión en que entró España.

El resultado de aquellos movimientos lo constata el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera, donde evidencia que casi la mitad de los activos de las entidades financieras nacionales se encuentra ya en el extranjero. En concreto, el 45 % de su negocio se generaba en otros países al cierre de 2015 y, según el instituto que gobierna Luis María Linde, ese crecimiento es «continuo desde el 2008».

Tan imparable ha resultado ese avance que en los últimos ocho años «prácticamente se han duplicado» desde el 25 % que representaban en el 2008. A 1 de enero de este año «el activo total consolidado» de la banca española ascendía a 3,66 billones de euros, tras haber aumentado un 2,5 % en tasa interanual durante diciembre pasado. Y de esa suma cerca de 1,65 billones los tenía fuera de sus fronteras naturales. Tres cuartas partes de esos bienes y derechos de tipo financiero que aparecen en sus balances son préstamos, cuyo volumen se incrementó casi un 20 % en el 2015, el doble de lo que lo hicieron los valores representativos de deuda, que suponen el 15,3 % de lo que las entidades financieras tienen en otros países.

Dentro de la cartera crediticia foránea de los bancos, que es su principal fuente de ingresos exterior, la mitad se compone de préstamos a hogares, que crecieron el año pasado a un ritmo del 18 %. Y de ellos, dos tercios son hipotecas para la compra de viviendas, cuya demanda aumentó un 20 % en el 2015, justo al mismo ritmo en que lo hizo la financiación dada para consumo.