La Audiencia coruñesa rechaza el recurso de inversores gallegos que perdieron 20 millones en NCG

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Sostiene que no hubo ninguna intención de engaño y que debían conocer los riesgos de la operación

10 may 2016 . Actualizado a las 10:28 h.

La Audiencia Provincial de A Coruña ha desestimado el recurso de un grupo de empresarios gallegos en el que reclamaban al FROB y a NCG Banco (la actual Abanca) la devolución de casi 20 millones de euros que en enero del 2012 inyectaron en el banco en un proceso de capitalización extraordinario. Fue una inversión fallida 11 meses después, cuando la entidad fue intervenida y nacionalizada al 100 % por el FROB tras el rescate a España, y aquel montante, junto a la de otros potentes accionistas, se redujo a cero. La sentencia hace relación a un desembolso de más de 5 millones de euros de Hijos de Rivera y otros tantos de Inversiones Gallegas del Cable; otros 3 de Río Breiro -la sociedad de inversión de Jealsa- y lo mismo de Copasa; Inversiones Subel, de la familia Somoza, se dejó otros 500.000 euros, lo mismo que Concable (vinculado también a Hijos de Rivera); y Coren, 300.000 euros.

En total, cerca de 20 millones que estos siete grupos vieron reducidos a cero y que han tratado de recuperar en los juzgados, como otra decena de empresarios. Una primera sentencia de un juzgado de A Coruña, de enero del 2015, desestimó su demanda, y los afectados recurrieron. La Audiencia ahora les ha vuelto a dar la espalda. No es nuevo: el pasado verano este mismo órgano -aunque una sección diferente- falló contra otro gran accionista de NCG, Gadisa. En su caso se jugaba 10 millones de euros. Ahora está a la espera de lo que diga el Supremo, la vía que les queda también a estos siete empresarios. Y hay otro grupo de inversores también pendientes de la Audiencia.

Para desestimar el recurso, los magistrados centran su argumentación en dos factores: que no hubo intención alguna de engañar a los inversores, y que estos, como relevantes empresarios que son, debían conocer los riesgos que llevaba asociada una inyección de este calibre.

Los magistrados recuerdan que el propio presidente y el consejero delegado de NCG, José María Castellano y César González-Bueno, también invirtieron en el banco, lo que desmontaría que hubiera intención de engaño. También recogen en su auto que algunos de los afectados metieron su dinero basándose en la confianza, no en los números, y por su compromiso por mantener en Galicia un banco propio.