El sector naval se recupera de forma desigual en los astilleros de Vigo

A. Martínez / S. Antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

Freire, Cardama y Armón tienen trabajo para dos años; Barreras, Vulcano y Rodman esperan pedidos

07 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El naval se va recuperando poco a poco en Vigo, pero de forma desigual. Los que hasta una década eran los principales astilleros de la ría, Vulcano, Barreras y Metalships, están a la espera de pedidos. En la otra cara de la moneda se encuentran las factorías de Armón, Cardama y Freire, con proyectos en marcha y carga de trabajo para los próximos dos años.

Armón es la factoría que cuenta con el mayor número de encargos. Próximamente entregarán un remolcador a la compañía Naviera Gomera y está construyendo dos oceanográficos para Colombia y Argentina. Su cartera se completa con cinco embarcaciones de apoyo para la flota atunera.

El astillero Freire tiene garantizado su trabajo hasta el año 2018, según afirma su portavoz, Marcos Freire. Este sábado mismo es un día especial para la compañía porque llevarán a cabo el bautizo y lanzamiento de su último proyecto materializado, un buque oceanográfico con capacidad polar para la marina de guerra de Perú. El acto que se desarrollará en sus instalaciones incluirá el tradicional lanzamiento de la botella contra el casco de la embarcación, previo a una cena de gala en el Parador de Baiona. La empresa trabaja en otros proyectos, como un buque escuela para la Marina de Indonesia que comenzará a navegar en septiembre y el diseño y montaje de tres multipropósitos por un importe de 45 millones de euros.

Cardama es otro de los astilleros vigueses que registra actividad. Actualmente tiene tres buques en construcción. Los dos primeros son dos remolcadores para Marruecos de 24 metros de eslora que cuentan con un presupuesto de 9 millones y cuya entrega está prevista para noviembre y enero, respectivamente. El tercero es un multipropósito de 42 metros para Irak que se botará en otoño y cuyo coste asciende a 12 millones de euros. Además está a punto de comenzar la construcción de un multipropósito para Senegal de 50 metros y 15 millones, cuya quilla colocarán el mes que viene. Junto con un ferri de 80 metros firmado con Angola, la carga de trabajo también es de 24 meses.

El astillero que se encuentra en peor situación es Vulcano, el único que lleva más de cuatro años sin firmar un contrato. Hasta ahora ha logrado mantenerse gracias al saldo de 39 millones de euros que le quedó en caja tras superar el concurso de acreedores en el 2012. Pero estos fondos están a punto de agotarse, según apuntan fuentes sindicales, entre salarios y trabajos de mantenimiento realizados durante todos estos años.

 

La ampliación de Rande

La salvación podría venir dada con el contrato para construir las plataformas de ampliación del puente de Rande. Las 7.000 toneladas de chapa previstas en este proyecto del Ministerio de Fomento podrían garantizar el empleo de una plantilla que durante los últimos años se ha reducido de 130 a 87 operarios. Armón es la factoría que cuenta con la mayor carga de trabajo.

Barreras está realizando ya pruebas de navegación del flotel Reforma Pemex. Hace meses que tienen las gradas vacías, si bien sus directivos destacan que tienen operaciones avanzadas para la construcción de nuevas embarcaciones. Las deudas de Pemex, su principal accionista, retrasan indefinidamente la construcción de un segundo flotel. Al parecer, el próximo pedido en cartera será un minicrucero de lujo.

Metalships también está a la espera de firmar nuevos contratos. Actualmente solo cuentan con un único buque en construcción, un yate de 59 metros de eslora que entregarán a finales del verano. Las reparaciones serán su balón de oxígeno mientras no se concreten los pedidos y luchen contra una competencia que califican como «salvaje». A sus ya competidores en Holanda y Alemania se les suma Noruega, con factorías que ofrecen facilidades de financiación, al mismo tiempo que se nutren de mano de obra barata procedente de países del este.

análisis un sector vital en la ría