Puerto Rico, sin apenas dinero, se adentra en la mayor suspensión de pagos de su historia

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El gobernador Alejandro Garcia Padilla
El gobernador Alejandro Garcia Padilla ALVIN BAEZ | REUTERS

Deja de abonar 422 millones de dólares y advierte que tampoco pagará los 2.000 que vencen en julio

03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una deuda al cuello de 73.000 millones de dólares (algo más de 64.000 millones de euros) y una crisis económica que dura ya más de diez años, lo de que Puerto Rico declarase la suspensión del pago de su deuda era solo cuestión de tiempo. Eso venían diciendo los analistas desde hace algunos meses. Y ayer el tiempo les dio la razón. Ante «la peor crisis fiscal y humanitaria de su historia», en palabras del gobernador de la isla, Alejandro García Padilla, al país no le ha quedado otra que dejar de abonar los 422 millones que tenía que haber pagado ayer.

La pequeña isla caribeña se adentra así en la mayor suspensión de pagos de su historia. Puerto Rico tiene solo 3,5 millones de habitantes pero su deuda supera a la de 48 estados de la Unión. Solo California y Nueva York deben más dinero.

García Padilla se dirigió el domingo a los ciudadanos para anunciarles lo que ya se barruntaban todos. Y por lo que dijo, el gobernador tiene claro quién es el culpable de que las cosas hayan acabado de esta manera: Washington. Padilla lleva meses alertando de la situación y reclamando al Congreso que ponga los mimbres para que Puerto Rico pueda reestructurar su gigantesca deuda. Tal y como hizo Detroit en su día. Pero los republicanos no están por la labor. Por no hablar de las limitaciones a las que se enfrenta la isla por tratarse de un estado libre asociado y no de un estado como los demás. Y es que, entre otras cosas, los municipios puertorriqueños no pueden acogerse a las leyes de protección de quiebras que amparan a sus homólogos estadounidenses.

«Ante la falta de liquidez para satisfacer tanto las necesidades de nuestros acreedores como los servicios de nuestra gente, tenía que elegir. Y lo hice: decidí que vuestras necesidades básicas están por encima de todo», dijo con semblante serio.

Padilla salió ayer otra vez a la palestra. Esta vez para advertir que, si nada lo remedia, tampoco se abonarán los 2.000 millones de dólares que vencen en julio.

Los números no dejan lugar de lo que habla el gobernador. Tanto es así, que tras diez años de dura crisis, el 45 % de la población de isla vive en la pobreza. Eso es casi el doble que en Misisipi, el estado con más pobres de la Unión. Y narran las estadísticas también que, cada semana, 1.600 puertorriqueños abandonan la isla para instalarse en el territorio continental estadounidense.