España tendrá que recortar 14.000 millones para llegar al 3,6 % de déficit

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

ANDREA COMAS | Reuters

El nuevo retraso del ajuste trata de evitar el impacto negativo sobre el crecimiento

20 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

España enviará a Bruselas la próxima semana la revisión del Programa de Estabilidad Presupuestaria con un objetivo de déficit sensiblemente suavizado -en ocho décimas para este año- respecto al previsto por la Comisión Europea. El Gobierno propone cerrar la brecha entre ingresos y gastos en el 3,6 % del PIB en lugar del 2,8 % fijado por Bruselas, mientras que para el próximo ejercicio la flexibilización será mayor, de punto y medio, pues la propuesta del Ejecutivo es del 2,9 % en lugar del 1,4 % del PIB.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, fue el encargado de defender los nuevos objetivos en el Congreso, que se traducirán en un recorte del orden de 14.000 millones de euros que tendrá que aplicar el próximo Ejecutivo, ya que España cerró el 2015 con un déficit del 5 %. Ante la Comisión de Economía del Congreso, De Guindos admitió que desde ese punto de partida alcanzar el 2,8 % previsto para este año era completamente inasumible. «Cumplir con dicho objetivo requeriría un ajuste presupuestario muy drástico, del 2 % del PIB», explicó, es decir, de 20.000 millones. Por eso subrayó que «semejante esfuerzo podría tener un impacto muy negativo para el crecimiento» de la economía patria.

Indicó que los nuevos márgenes ya los había «comentado» con Bruselas el pasado fin de semana, durante la asamblea del FMI, y desdramatizó este nuevo incumplimiento de España recordando que esta sería la «tercera extensión de los objetivos de déficit» que le ha tocado negociar con los socios europeos.

Respecto al ajuste de 1,4 puntos que el país tendrá que asumir este año, según las nuevas cifras que el próximo día 29 el Gobierno enviará a Bruselas, el ministro en funciones explicó que su cumplimiento será posible gracias al crecimiento del PIB, al recorte de 2.000 millones que la Administración central encajará en los Presupuestos de este año, anunciado la pasada semana por el ministro de Hacienda, y a las medidas de control del gasto que les han exigido a las comunidades autónomas, que se resisten a ellas, pese a que el pasado ejercicio fueron -junto con la Seguridad Social- las grandes incumplidoras del déficit.

Reparto con las comunidades

Precisamente la falta de equidad en el reparto del ajuste entre el Estado y las comunidades fue una de las críticas que De Guindos recibió por parte de los portavoces de los grupos.

Aunque le pidieron explicaciones sobre cómo se repartían las ocho décimas del margen que el Ejecutivo pretende ganar este año, el ministro no dio detalles, limitándose a asegurar que su distribución será «lo más equitativa posible».

En lo que atañe al objetivo de déficit para el 2017 (el 2,9 %), señaló que sería posible alcanzarlo gracias a la contribución del ciclo económico y, de nuevo, al crecimiento del PIB.

Otro de las críticas unánimes -con la sola excepción del PP- que el ministro escuchó ayer en el Congreso fue que no hubiera enviado previamente a los grupos políticos la actualización del Programa de Estabilidad y que prácticamente no hubiera detallado su contenido más allá de explicar la revisión (a la baja) del cuadro macroeconómico para este año y el próximo, que ya avanzó el fin de semana ante el Fondo Monetario Internacional.

La previsión del Ejecutivo es que la economía española crezca un 2,7 % este año y un 2,4 % en el 2017, y que entre ambos ejercicios se creen 900.000 puestos de trabajo y el desempleo se reduzca en un millón de personas, aunque Luis De Guindos admitió que la creación de empleo reflejada en la encuesta de población activa se desacelerará, cerrando la tasa de paro en el 19,9 % este año y en el 17,9 %, en ejercicio siguiente.

La Autoridad Fiscal entierra el hacha y califica de «razonables» las previsiones

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) fue ayer una de las grandes protagonistas de la Comisión de Economía del Congreso, ya que todos los grupos políticos le recordaron a De Guindos -afeándole el comportamiento- la queja que el organismo había hecho pública la víspera, denunciando que Hacienda no le había remitido la información necesaria para que pudieran emitir en plazo su informe sobre la actualización del Programa de Estabilidad Presupuestaria que el Ejecutivo tiene que remitir a Bruselas. Sin embargo, su presidente, José Luis Escrivá, enterró ayer el hacha de guerra y, durante un encuentro informativo organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), calificó de «razonables» tanto el objetivo de déficit como las estimaciones de crecimiento avanzadas por el ministro en funciones.

Aunque ha pedido «conocer más detalles» de las cifras recogidas en el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno, Escrivá aseguró que el esfuerzo fiscal para alcanzar el objetivo de déficit del 3,6 % establecido para este año será «manejable, factible y plausible», de unas cuatro o cinco décimas.

El presidente de la AIReF subrayó, asimismo, que la economía española sigue creciendo a tasas del 3 % y que «no hay todavía signos de desaceleración», por lo que si se prolongan las condiciones «favorables» y se dan las circunstancias para reconducir las cuentas públicas al equilibrio presupuestario, este podría alcanzarse en una legislatura y con un crecimiento económico «satisfactorio». Pero pidió planificación: «Los esfuerzos que hay que hacer son muy manejables si se distribuyen bien y se planifican adecuadamente».