Vaya demagogia, Bertín. Cómo está la demagogia en este país. Un puñado de periodistas demagogos han tenido la osadía de bucear en unos papeles panameños en los que, cosas de la demagogia, salía tu nombre. Y tú, el símbolo del buen español, el crooner metido a entrevistador, el prohombre, te has visto salpicado de la peor manera por la demagogia, uno de los principales problemas de este país. Tú, por causa de la demagogia, has tenido que llamar a todos los programas de televisión para limpiar tu nombre de demagogia. Y uno de esos periodistas demagogos ha tenido la desfachatez de preguntarte si es que vivías en Panamá para abrir allí una offshore. A ti. Sin nada de demagogia, le has contestado de la mejor manera posible. Ya estaba todo claro, dejémonos de demagogias baratas. Porque todo hijo de vecino intenta pagar los menos impuestos posibles. Eso pasa en tu demagogia y en la mía. Y sería de demagogos echarte en cara la reactivación de la offshore hace poco. Porque la necesitabas como aval para pedir un crédito para pagar un pufo que tienes con Hacienda -que son los pobres- en el que te metió un asesor fiscal que era un demagogo de tomo y lomo. Vaya con la demagogia. Que ya lo dijo el ministro. Panamá no es un paraíso fiscal. Es solo que tienen una cultura tributaria diferente. Y eso no es demagogia. ¿A que no?