Lence trasladará una planta fuera de Galicia si el Concello de Lugo no evita su derribo

D. Cela, E. G. Souto LUGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El Tribunal Supremo confirma la orden de demolición de la industria más moderna de Leche Río por falta de licencia

12 mar 2016 . Actualizado a las 21:13 h.

El consejero delegado de Leche Río, Jesús Lence Ferreiro, desmontará su planta más moderna, que opera en el polígono industrial lucense de O Ceao, si el Ayuntamiento no aporta una solución que evite el derribo de estas instalaciones, que carecen de licencia. El Tribunal Supremo acaba de confirmar la orden de demolición de la nave, dictada en el año 2014 por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por no ajustarse a la legalidad urbanística.

El portavoz del gobierno local, Miguel Fernández, señaló el miércoles que la sentencia del alto tribunal viene a dar la razón al Ayuntamiento en la posición que mantuvo en este asunto. Como vigilante del cumplimiento de la normativa urbanística, el Concello, según señaló Fernández, comprobará que el fallo se ejecuta correctamente.

«El único que puede hacer algo -señaló Lence- es el Ayuntamiento de Lugo, al que ya se le presentaron tres solicitudes para urbanizar el suelo». Según el industrial, después de la sentencia del Supremo solamente hay dos posibilidades: «Que el Ayuntamiento diga que el suelo es urbanizable, solicitamos la licencia, pagamos la sanción y se soluciona el problema». «La otra -añadió- es que sigan diciendo que no. Entonces pagamos la multa, tiramos todo, levanto las máquinas, que se desmontan sin mayor problema y me las llevo para otra comunidad». La sanción impuesta a la que alude Lence asciende a 240.000 euros, según el propio empresario.

Informes favorables

Leche Río, según su consejero delegado, ha presentado un nuevo proyecto para la planta Ceao II -la más moderna de las cuatro que tiene en Galicia-, conforme «a lo que dicen el Ayuntamiento de Lugo y la Consellería de Medio Ambiente». El empresario asegura que todos los técnicos municipales emitieron informes favorables, salvo la asesoría jurídica.

«Si el Ayuntamiento quiere, en esa finca se puede hacer una unidad de actuación puntual y convertirla en urbanizable. Es el único que puede hacerlo. La pelota está en su tejado». «Si la pregunta -añadió- es si se puede legalizar la planta, la respuesta es que sí, porque el suelo es urbanizable y se puede urbanizar», añadió.

El origen del caso se remonta a una denuncia presentada en Vivienda en el año 2004, en la que hicieron constar que se había construido la nave sin licencia de obra y en terreno rústico, lo que activó las actuaciones del Concello de Lugo y de la Xunta y que llevó aparejada una orden de derribo. La empresa láctea fue agotando las vías judiciales, hasta llegar a la sentencia del Supremo, del 24 de febrero, que rechazó todos los motivos que figuraban en el recurso de casación presentado por la compañía lucense contra la orden de derribo.

Ilegalizables, según el Supremo

El fallo confirma que las obras de la nave «son ilegalizables por resultar incompatibles con el ordenamiento urbanístico». Por esta razón ordena su demolición y la reposición de los terrenos afectados «al estado anterior al inicio de las obras, prohibiendo definitivamente los usos a que diesen lugar» y fija un plazo de dos meses «con el apercibimiento de que, en caso de incumplimiento de lo ordenado, se procedería a su ejecución subsidiaria o forzosa» y a imponer las multas correspondientes.