Según el cálculo de los sindicatos, podrían acogerse a este programa voluntario de suspensión sobre una cuarta parte de la plantilla gallega de Telefónica, unos 307 trabajadores que cumplen con las condiciones (entre ellas, llevar más de quince años en la compañía). No se trataría, en este caso, de una reducción de plantilla, pues los trabajadores que libremente decidan adscribirse al plan seguirán ligados laboralmente a la operadora, pero sí implicará una reducción de la masa laboral en activo en la firma.
Aunque el plazo de inscripción ya ha comenzado, las primeras salidas no se producirán hasta el próximo 1 de abril. Según los cálculos de Telefónica, el plan tendrá un coste de 2.900 millones ya provisionados, aunque, a la vez, reportará un ahorro medio anual de 370 millones a partir del próximo ejercicio.