Sandalio Gómez: «El 80 % de los parados que hay ahora en España no realizan ningún curso de formación»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Álvaro Ballesteros

Este experto defiende la reforma laboral y niega que un contrato a tiempo parcial sea precario por definición

05 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Experto en relaciones laborales y en mercado de trabajo, este profesor emérito ha estudiado a fondo el problema que más preocupa a los españoles. Ayer visitó Compostela, dentro del programa que imparte el IESE en el Club Financiero de Santiago.

-En España estamos siempre a vueltas con las reformas laborales...

-Sí, llevamos siete en el período democrático.

-¿No son demasiadas?

-Bueno, algunas han sido de gran calado, y otras han tocado aspectos puntuales.

-¿Cuál ha sido la más trascendente de todas?

-Con Felipe González, en 1985, se buscó potenciar la contratación temporal porque había un paro del 28 %; fue cuando se impulsó el contrato de fomento del empleo. La que hizo el PSOE en 1994 fue una señora reforma.

-¿A qué se refiere?

-A que fue muy profunda desde el punto de vista de flexibilizar las relaciones laborales internas, dentro de la empresa. No hubo acuerdo. Y acabó en huelga. Con la de 1998, ya con Aznar, sí hubo consenso. La gente se olvida de la reforma de junio del 2010, con Zapatero, y que estaba en la misma dirección de la que aprobó Rajoy después, en el 2012.

-Pero no se llegó tan lejos...

-No, pero avanzó las líneas, le faltó un paso más.

-Insisto. ¿Ha servido para algo tanta reforma?

-Han sido necesarias para adaptarse a los cambios del mercado de trabajo y a la realidad empresarial. Quizás ha faltado atrevimiento para hacer todo de golpe y han quedado cosas colgadas.

-¿Usted cree que se ha corregido la dualidad y la precariedad del mercado laboral?

-Vamos a distinguir. Los sindicatos meten dentro de la precariedad el contrato a tiempo parcial. Y esto es absurdo. Esta es la fórmula que ha servido en Europa para generar empleo. En Alemania el 30 % de los contratos son a tiempo parcial, y en Holanda, el 50 %.

-Pero una cosa es un empleo a media jornada elegido voluntariamente, para conciliar, por opción de vida, y otra muy distinta que sea la única alternativa cuando lo que se necesita y lo que se desea es un trabajo a jornada completa...

-¿Pero por qué esas horas que se trabajan son precarias? ¿Se le puede llamar así? Yo creo que no... A tiempo parcial no tiene por qué ganarse poco, pueden trabajarse 30 horas.

-Usted sabe que eso es una excepción...

-No se puede equiparar trabajo a media jornada con un empleo por horas el fin de semana.

-¿No hay en España más pobreza laboral? ¿No se está empobreciendo el mercado de trabajo?

-Yo no lo veo. Si se estudia el coste salarial del 2008 al 2015 la variación es mínima. Hay convenios colectivos.

-Ya, pero con la reforma del 2012 ha habido descuelgues para bajar salarios...

-Y eso ha servido para salvar a muchas empresas que si no habrían cerrado. -Entonces, según su criterio, ¿qué ha pasado en España?

-Lo que sucedió es que hubo una explosión del sector de la construcción que generó una serie de personas sin formación que ganaban dinero fácil y que ahora tienen una difícil inserción. Y con poca actitud para estudiar. En España, el 80 % de los parados que hay ahora mismo no realizan ningún curso de formación. Aquí falla también el sistema, la oferta, y no solo influye la actitud de los desempleados.