Investigadores del «dieselgate» de VW revelan consumos en autos más altos de los que declaran las marcas

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ODD ANDERSEN | Afp

Detectan hasta un 36 % más de gasto en combustible del que declaran, el equivalente a 450 euros más al año por vehículo

31 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el catálogo, casi todos los coches gastan menos en combustible que un mechero, pero cuando el vehículo empieza a rodar, las cifras no cuadran. Será que hay que saber conducir como los pilotos de prueba para conseguir que el depósito no se vacíe tan rápido. O, visto lo visto con el fraude de las emisiones contaminantes, ¿acaso los fabricantes no dicen la verdad? Algo de eso hay, porque un estudio de los mismos ingenieros que destaparon el escándalo de trucaje en las emisiones de los diesel de Volkswagen (el llamado ya dieselgate en VW) acaba de confirmar las sospechas de muchos conductores: sus vehículos consumen más carburante de lo que la marca declaraba en el catálogo oficial del modelo cuando lo compró. Y la culpa no es de una mala conducción.

El organismo autor de la investigación es el Consejo Internacional del Transporte Limpio (ICCT en sus siglas en inglés), una entidad independiente con sede en Berlín, el primero que descubrió el trucaje de los motores de Volkswagen. Y ha concluido que el gasto medio en carburante de los vehículos analizados es hasta un 36 % superior al dato oficial resultante de las pruebas de homologación.

En ocho modelos se ha detectado que el consumo es prácticamente igual que el que tenían en el 2009, cuando la normativa europea endureció las exigencias respecto a los niveles de emisiones de dióxido de carbono (CO2), algo que tendría que influir en un gasto más reducido de carburante, del orden del 15 % según los catálogos oficiales, y que en la práctica se quedó en un solo 2 %. El organismo estima que el impacto de esa desviación en el consumo alcanza los 450 euros al año de media.

20 modelos de 10 marcas

Entre el equipo de expertos se encuentra el ingeniero español Vicente Franco, que también intervino en los estudios sobre Volkswagen. «En este estudio nos centramos solo en el CO2, porque las emisiones de óxido de nitrógeno (NOX) no cuestan dinero al consumidor, simplemente son altamente contaminantes, y las variaciones entre lo detectado en el laboratorio y lo que figura en los catálogos es considerable», afirma el ingeniero.

El estudio del ICCT ha analizado las emisiones de 20 modelos de coches de los más vendidos en Alemania que representan el 40 % de todas las ventas, de las marcas Audi, BMW, Ford, Mercedes, Opel, Peugeot, Skoda, Toyota y Volkswagen. Las discrepancias más exageradas entre los niveles oficiales y los reales llegan en algún caso al 51%. ¿Es sancionable esta información engañosa de los fabricantes? De momento, no, salvo que alguna Administración entre en el asunto.

El ICCT advierte de que «prácticamente todos los modelos del mercado europeo muestran una creciente divergencia entre el consumo oficial y el de la carretera», algo que califica de «problema sistémico en toda la industria». Sin embargo, «un examen individual de los modelos revela que la divergencia puede variar significativamente». Vicente Franco afirma que la solución a los consumos oficiales poco realistas pasa por aplicar un nuevo sistema de pruebas dinámicas en línea con el test que la Unión Europea pretende poner en marcha a partir del 2017. «Existe un grupo de trabajo que está poniendo en marcha una prueba adicional de homologación de emisiones en carretera. Será una prueba obligatoria para todos los coches fabricados en Europa», recuerda el ingeniero. «Esta prueba va a permitir tener un nivel de certeza razonable del comportamiento normal del vehículo», asegura.

Franco lamentado la inexistencia de una institución europea con atribuciones equiparables a la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, que fue la que asumió la investigación que ha destapado las «malas prácticas» de Volkswagen. 

El gasto medio en España es el más bajo: 23.920 euros

El informe del ICCT analiza el perfil de los vehículos por países europeos. En el caso de España, el gasto medio es de 23.920 euros, el más bajo de la comparativa. Por motorización, el 66 % de las compras en este país son diésel y la emisión media es de 120 gramos por kilómetro. En el lado contrario, Noruega, con el más alto en compra, más de 43.079 euros. Y donde más híbridos se adquieren, el 18 % del total en el país.