Ortega gestiona en Pontegadea una fortuna de 6.000 millones en inmuebles

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Las empresas del grupo
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Su grupo inversor tiene más de 40 empleados y oficinas en Madrid, Londres, París y Miami

24 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la liquidez que obtuvo con la salida a bolsa de Inditex, Amancio Ortega puso en marcha un grupo paralelo que hoy cuenta con un volumen de activos de 21.600 millones (aquí se contabiliza los activos de la multinacional textil, de la que tiene el 59,29 % del capital), más de 40 empleados, oficinas en Madrid, Londres, París y Miami.

Tal y como se observa en el gráfico adjunto, la cabecera de este holding es Pontegadea Inversiones de la que cuelgan las siguientes ramificaciones: participación de control en Inditex (50,01), la emblemática Pontegadea Inmobiliaria, Pontegadea 2015 (financiera del grupo) y Sobrado Forestal 2014, compañía con la que el empresario acaba de sorprender al mercado con esta plantación de castaños. En el entramado también aparece Partler, la sociedad que detenta el 9,28 % de los títulos de Inditex.

La estructura de este grupo, que comenzó llamándose Licidia, es cada vez más sencilla. Al leer sus cuentas anuales -las últimas publicadas hacen referencia al 2014- se percibe el fuerte impacto y el peso de la multinacional textil en las cuentas anuales de Pontegadea. Sin embargo, la pata inmobiliaria poco a poco va tomando tanto peso que analistas y expertos se han preguntado en reiteradas ocasiones por la posibilidad de que salga a cotizar al parqué. Pues no. Ni se ha previsto, ni se plantea.

¿Qué es Pontegadea Inmobiliaria? Una compañía que en la actualidad sus activos inmobiliarios rozan (si no superan) los 6.000 millones de euros, teniendo en cuenta que un año antes se situaban en 5.000 millones tras incrementarse prácticamente un 17 % sobre el ejercicio precedente.

Pontegadea Inmobiliaria, que al igual que el resto de cada una de las sociedades que conforman este conglomerado tiene como accionistas a Amancio Ortega -muy mayoritario-, a su mujer Flora Pérez Marcote y a su hija Marta Ortega, ha adquirido inmuebles emblemáticos. Pero lo ha hecho solo en ocho grandes ciudades del mundo de España, Reino Unido, Italia, Francia, Portugal, Canadá, México y EE.UU.

Todos ellos son edificios que requieren desembolsos multimillonarios (200, 300, 400 millones de euros), a los que Ortega da su visto bueno tras analizarlos con detalle. Él toma la última decisión como presidente ejecutivo. Su mano derecha es José Arnau, quien había sido responsable de fiscalidad en Inditex y el primer hombre al que Ortega «cazó» de la multinacional y se lo llevó a su oficina familiar.

Normalmente al equipo de Pontegadea le llegan las ofertas de las grandes agencias inmobiliarias. No salen a buscarlas. Eso sí, tienen que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, los avispados del sector intentan subir el precio de los activos lanzando al mercado que uno de los hombres más ricos del mundo está detrás de tal o cual inmueble. A partir de ahí, se estudian las propuestas y se deciden. Una vez adquiridos, los edificios se alquilan a tan buenos inquilinos como Inditex, H&M, Primark, Apple y BBVA, por ejemplo.

Se trata de un negocio estable en el tiempo, no especulativo y que busca rentabilidad. Pontegadea no es un salón de trofeos donde se cuelgan cabezas con forma de edificios. Sigue las reglas del mercado y, además, de manera exquisita, para que no haya la menor duda. Compra y gestiona con una visión a largo plazo. En el 2014 los ingresos derivados de las rentas de estas inversiones ascendieron a 202 millones. ¿Pero hay oculta alguna clave para el éxito para este grupo? Oculta no. Pontegadea ingresa cada año mil millones de dividendos de Inditex, que Ortega, un casero apreciado por sus inquilinos, reinvierte hasta el último céntimo.