El FMI revisa al alza la previsión de crecimiento de España pese a las dificultades políticas

Efe LONDRES

ECONOMÍA

STEPHEN JAFFE | Efe

Prevé que el PIB crezca un 2,7 % en el 2016 y un 2,3 % en el 2017. El economista jefe pide una solución «rápida»  para formar Gobierno

19 ene 2016 . Actualizado a las 15:55 h.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó hoy al alza las previsiones de crecimiento para España, hasta un 2,7 % en 2016 y un 2,3 % en 2017, dos y una décima más, respectivamente, con lo que sigue a la cabeza de las grandes economías de la zona euro. La revisión se produce pese a la situación de incertidumbre política que vive el país, con dudas sobre si alguno de los candidatos será capaz de formar Gobierno o habrá que convocar nuevas elecciones. En su informe Perspectivas Económicas Globales, el FMI prevé que la zona euro crezca un 1,7 % tanto este año como el próximo, una décima más en 2016 y sin cambios en 2017 respecto a sus cálculos de octubre, impulsada por el «fortalecimiento del consumo privado».

«España ha hecho mucho en términos de reformas», reconoció en rueda de prensa el economista jefe del FMI, Maury Obtsfeld, quien, sin embargo, advirtió de que la actual incertidumbre política «podría pesar» en la evolución económica, por lo que expresó su deseo de que pueda alcanzarse una solución «rápida», lo que resultaría positivo para la economía.

Las cifras del FMI son algo menos optimistas que las del gobierno español, que pronostica un alza del 3 % para 2016 y un 2,9 % para 2017. Tras España se ubica Alemania, principal economía de la zona euro, para la que el FMI aumenta sus previsiones hasta el 1,7 % este año y el próximo, una y dos décimas por encima de los cálculos de octubre. Por otro lado, deja sin cambios las previsiones de Italia en el 1,3 % en 2016 y 1,2 % en 2017; y reduce ligeramente las de Francia al 1,3 % y 1,5 %, respectivamente, dos décimas y una décima menos que lo apuntado hace cuatro meses.

Durante los últimos meses, la institución dirigida por Christine Lagarde ha ido revisando gradualmente al alza sus expectativas de crecimiento para España. El pasado mes de octubre, el FMI adjudicó a la economía española un crecimiento del 2,5%, mientras que hace un año lo situaba en un 1,8%. 

El FMI también ha revisado, aunque en este caso a la baja, las previsiones de crecimiento de la economía global, hasta un 3,4 % en 2016 y 3,6 % en 2017, lastradas por un repunte menor del esperado en los países avanzados y las dudas sobre los emergentes, con China en plena desaceleración y Brasil en aguda recesión. Estas cifras suponen una rebaja de dos décimas porcentuales respecto a los cálculos de octubre para la economía global tanto en este año como en el próximo, al apuntar «la gran incertidumbre en el ambiente».

El FMI ha calificado de «esencial» la continuación de una política monetaria acomodaticia en las economías avanzadas en las que la tasa de inflación se encuentra «aún muy por debajo» de las metas de los bancos centrales, entre las que se encuentra la eurozona. Además, la institución ha instado a modificar la política fiscal a corto plazo, «cuando las condiciones lo permitan», con el objetivo de «respaldar» la recuperación mediante inversiones que aumenten el capital productivo futuro. En este sentido, ha indicado que «la consolidación fiscal debería ser equitativa y promover el crecimiento».

Por otro lado, el FMI ha indicado que entre las reformas estructurales que debe abordar cada país debe incluirse el «fortalecimiento» de la participación en el mercado laboral, la solución al sobreendeudamiento y la reducción de los «obstáculos» al ingreso en los mercados de productos y servicios.

Refugiados

La institución también ha abordado en su informe la llegada de refugiados a Europa procedentes de países en conflicto, destacando que está dando lugar a «grandes dificultades» para la capacidad de absorción en el mercado laboral, aunque ha asegurado que estos países deberían «aprovechar» los beneficios económicos a largo plazo que conlleva la llegada de refugiados. «Las medidas de política encaminadas a respaldar la integración de los migrantes a la fuerza laboral son críticas para calmar las inquietudes en torno a la exclusión social y los costes fiscales a largo plazo», ha advertido el FMI.