La patronal eólica califica la subasta como un «fracaso» y ve difícil que se construyan parques

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ve difícil que los 500 megavatios adjudicados se puedan ejecutar con cero euros en primas, es decir, a precios de mercado

16 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La subasta eólica ha sido un «fracaso», según la patronal gallega, EGA, que ve difícil que los 500 megavatios adjudicados el jueves se puedan ejecutar con cero euros en primas, es decir, a precios de mercado. ¿Por qué? Porque la construcción de parques lleva al menos tres años parada precisamente porque se acabaron los incentivos a la producción. Pero el caso es que dos grupos aragoneses y la multinacional lusa EDP fueron las adjudicatarias de esos 500 megavatios porque ofrecieron una rebaja del 100 % sobre la retribución específica que ofrecía el Gobierno. Es decir, ganaron porque renunciaron a percibir bonificaciones, algo incomprensible para el sector.

Las tres compañías disponen de cuatro años para ejecutar sus proyectos, pero hasta entonces pueden renunciar a los megavatios (aunque perderían el aval de 20.000 euros por megavatio que han tenido que depositar) o incluso venderlos. EDP se adjudicó 93 megavatios, que bien podrían quedarse en Galicia. Fuentes de la compañía lusa avanzaron que, de momento, no detallará dónde tiene previsto instalarlos, pero «obviamente, aquellos proyectos con tramitaciones más maduras y en los que tengamos excelentes niveles de recurso eólico comprobados, serían los óptimos. Tenemos en Galicia proyectos que podrían encajar en este perfil pero también en otras regiones. Dependerá de la colaboración que se pueda establecer con los órganos regionales y locales».

Sobre por qué ahora sí construirán parques sin prima y no en los años precedentes, fuentes de EDP aclararon que «la estrategia de la compañía debe valorarse para cada situación y momento, por diversos factores no se dieron las condiciones adecuadas para la construcción de esos megavatios».

Otras fuentes del sector hablan de «error estratégico» por parte de la empresa lusa. EDP habría presentado su oferta con un 100 % en las primas con el cálculo de que habría otras con unas rebajas inferiores. Al aplicar el sistema de casación, prevalecerían las propuestas más elevadas. Pero lo que se puso sobre la mesa fueron dos ofertas a precio cero por parte de dos grupos aragoneses. Y el resultado fue el que fue.

La patronal gallega reclamó la convocatoria de un calendario de subastas -y no de una puja por tan pocos megavatios- que garantice la instalación de 5.900 megavatios nuevos en los próximos cuatro años para cumplir con los objetivos vinculantes de la Unión Europea para que el 20 % del consumo proceda de fuentes renovables.