Portugal obligará a los bancos a ofrecer cuentas corrientes sin comisiones

Efe

ECONOMÍA

HUGO CORREIA | Reuters

La nueva norma obligará a ofrecer unas cuentas base gratuitas, que garanticen una serie de servicios mínimos gratuitos como usar una tarjeta de débito, transferencias nacionales, manutención o cierre

11 ene 2016 . Actualizado a las 19:57 h.

Portugal obligará a los bancos a ofrecer a sus clientes el acceso a cuentas corrientes que no tengan ninguna comisión asociada, denominadas «cuentas base», tras la aprobación de dos proyectos de ley de la izquierda. «El objetivo es crear un tipo de cuenta obligatorio para todos los bancos que asegure unos servicios mínimos gratuitos, a semejanza de lo que existe en otros países como Francia», explicaron fuentes del Bloque de Esquerda (BE), uno de los partidos promotores de la iniciativa.

A ambos proyectos, presentados por el BE y por el Partido Comunista Portugués (PCP), sólo les resta pasar un último trámite en la comisión de Finanzas, donde se someterán a votación este miércoles, después de haber sido aprobados ya en el pleno del Parlamento. Allí recibieron los votos a favor de la izquierda moderada del gubernamental Partido Socialista (PS) y la radical del BE y el PCP, mientras que los conservadores del socialdemócrata PSD y el democristiano CDS votaron en contra.

Ante el aumento de las comisiones aplicadas a las cuentas bancarias registrado en los últimos años, el Banco de Portugal emitió en el 2014 una recomendación para que los bancos garantizasen la prestación de «servicios mínimos». Sin embargo, el número de entidades financieras que comenzaron a comercializar estas cuentas fue muy reducido: en Portugal apenas existen algo más de 13.000 cuentas de este tipo, de un total de casi 13 millones.

La nueva norma obligará a los bancos a ofrecer cuentas base gratuitas, que garanticen una serie de servicios mínimos por los que no se permite cobrar ningún tipo de comisión. Entre esos servicios figuran la apertura, manutención, titularidad y cierre de la cuenta; el uso de una tarjeta de débito; el acceso a la cuenta a través de oficinas, cajeros automáticos e internet, y la realización de pagos, ingresos y transferencias nacionales. La ley también prevé que los clientes bancarios puedan solicitar a su entidad que convierta su cuenta corriente en una cuenta base sin ningún tipo de coste.